Tras la reciente deportación de un grupo de venezolanos a El Salvador, familiares de los afectados han alzado la voz para negar que sean delincuentes y exigir un trato justo para ellos.
Los deportados fueron enviados a El Salvador en medio de operativos migratorios, lo que generó preocupación entre sus allegados, quienes aseguran que no tienen antecedentes criminales y que su único objetivo era buscar mejores oportunidades fuera de Venezuela.
Organizaciones de derechos humanos han cuestionado el proceso de deportación, señalando posibles irregularidades y denunciando que algunos migrantes han sido estigmatizados sin pruebas concretas.
Mientras tanto, las autoridades de El Salvador no han emitido una postura clara sobre el futuro de los venezolanos deportados, lo que mantiene a sus familias en incertidumbre sobre su situación legal y las posibilidades de reencontrarse con ellos.
Fuente: Milenio.
