Jalisco – Desde la siembra del agave hasta el envasado y la venta dentro y fuera de México, una empresa en Jalisco ha puesto en las mujeres el valor agregado para su producción de tequila, en una industria dominada por hombres.
Unas 50 mujeres conforman el equipo de la empresa Leyenda de México, dirigida por Melly Barajas, quien primero por suerte y luego por convicción decidió emplear sólo a mujeres en una región como los Altos de Jalisco, en la que pocas de ellas tienen posibilidad de trabajar.
“Llegan aquí con una autoestima un poquito baja, por como es a veces en los pueblos, y cuando les enseñas poco a poco a saber lo que valen, lo que pueden hacer, el cambio es increíble y le emanan energía a las otras, es una energía en conjunto, es increíble”, dijo a EFE.
Barajas creó la empresa hace 25 años con la intención de cumplir el sueño de su padre de tener un tequila propio. Con 17 años de edad, comenzó su travesía en una industria tradicionalmente dominada por hombres. Las reuniones y conferencias del gremio eran un escenario completamente masculino en el que ella no era tomada en serio.
“No los culpo de que hayan dicho ‘esta niña va a jugar aquí’. Imagínate, en un grupo de tequileros que sabían hacer bien lo que hacían, con un abolengo de papá, abuelo, tatarabuelo en esta industria, entonces estuvo bien divertido”, recordó.
Barajas, conocida como “la reina del tequila”, empezó con un tequila de uso familiar elaborado por otra empresa con la que no pudo continuar la colaboración. Fue cuando vendió su tienda de ropa y decidió invertir en un terreno y en maquinaria para destilar su propia bebida.
A lo largo de los años, el compromiso de Barajas con la inclusión femenina ha permitido que muchas mujeres de la región adquieran o desarrollen habilidades que jamás imaginaron dominar.
Aída Carbajal, una de las jimadoras (cortadoras de agave) de la empresa, afirmó que el corte del agave es crucial para la calidad del tequila. Es necesario un amplio dominio de la coa, una especie de pala afilada de poco más de tres kilos de peso que corta las pencas del agave para dejar libre el corazón de la planta, que es después cocido y destilado.
Creditos: EFE


