El asteroide 2024 YR4, inicialmente considerado una amenaza para la Tierra, ha sido reevaluado tras nuevas observaciones realizadas con el telescopio espacial James Webb.
Aunque se descartó su impacto terrestre, ahora existe una probabilidad del 2% de que colisione con la Luna el 22 de diciembre de 2032.
Este asteroide, descubierto en diciembre de 2024, tiene un tamaño estimado de 60 metros.
En un principio, se calculó una probabilidad del 3.1% de impacto contra la Tierra, lo que activó protocolos de seguimiento intensivo por parte de agencias espaciales como la NASA y la ESA. Sin embargo, los datos más recientes han eliminado esta posibilidad, redirigiendo la atención hacia su posible impacto lunar.
Un choque con la Luna, aunque improbable, representa una oportunidad única para la ciencia.
Los astrónomos podrían observar en tiempo real cómo un asteroide colisiona con un cuerpo celeste sin atmósfera, lo que permitiría mejorar los modelos de predicción de impactos y las estrategias de defensa planetaria.
El telescopio James Webb continuará monitoreando al asteroide en mayo de 2025 para refinar su trayectoria y evaluar con mayor precisión la probabilidad de colisión. Mientras tanto, la comunidad científica considera que este evento podría aportar datos valiosos para futuras investigaciones.
