Chihuahua, Chih.- La ejecución de Rodolfo López Arellano, alias “Cabo 30”, en la Ciudad de México, volvió a poner bajo la lupa a la organización criminal “Los Cabos”, señalada como una de las principales generadoras de violencia en Baja California.
Este grupo, vinculado a los cárteles de los Arellano Félix y de Sinaloa, ha sido protagonista de múltiples hechos violentos en ciudades como Tijuana y Ensenada. Sus integrantes se identifican con el apodo “Cabo” seguido de un número, que refleja su jerarquía dentro de la célula. Entre los más notorios se encuentran “Cabo 20”, “Cabo 96”, “Cabo 89” y “Cabo 50”, todos relacionados con actividades de alto impacto.
El asesinato de “Cabo 30” podría ser resultado de una disputa interna o de un ajuste de cuentas, ya que se le vinculaba con ataques directos al CJNG y a elementos policiacos en Tijuana. Versiones periodísticas aseguran que era uno de los principales objetivos de las autoridades por su nivel de violencia.
Los Cabos surgieron en 2015 como brazo armado del CJNG en Tijuana, pero con el tiempo muchos de sus líderes rompieron vínculos con ese grupo, desatando enfrentamientos por el control de la frontera. Con la muerte de “Cabo 30”, el futuro del grupo criminal podría tornarse aún más incierto.
