H.Cd. de Chihuahua.- Científicos en EE.UU. desarrollaron un marcapasos inyectable del tamaño de un grano de arroz, que se activa con luz y se disuelve en el cuerpo cuando ya no es necesario. El dispositivo, probado en animales y tejidos humanos, podría usarse en personas dentro de 2 a 3 años.
Este micro marcapasos funciona sin cables, se conecta a un parche externo que detecta latidos irregulares y emite luz infrarroja para ajustar el ritmo del corazón. Se alimenta con fluidos corporales y busca evitar cirugías invasivas.
El avance podría beneficiar a bebés con problemas cardíacos y a adultos recién operados del corazón. Expertos lo califican como un cambio de paradigma en la medicina bioelectrónica, con posibles aplicaciones en otras áreas como regeneración nerviosa e implantes inteligentes.