Colectivos de Madres y Familias Buscadoras realizaron este jueves una clausura simbólica del Senado de la República en protesta por la respuesta de los legisladores al pronunciamiento de la ONU, que señala la existencia de desapariciones forzadas de manera sistemática en México. Las activistas, en su mayoría familiares de personas desaparecidas, colocaron mantas con los nombres y fichas de búsqueda de sus seres queridos, además de pintar la frase “Negar y ocultar es desaparecer +127 mil” frente a la Puerta 2 del recinto legislativo.
Durante la protesta, exigieron una disculpa pública del presidente de la Cámara Alta, Gerardo Fernández Noroña, por minimizar la crisis de desapariciones y sus declaraciones sobre el rancho Izaguirre en Teuchitlán, Jalisco, donde se han encontrado restos humanos. Noroña había calificado el hallazgo como parte de una estrategia política para desestabilizar al gobierno.
Jacky Palmeros, madre de Jael Montserrat, desaparecida en 2020 y encontrada en 2024, tomó la palabra para criticar la falta de compromiso de las autoridades y respaldar la resolución del Comité Contra la Desaparición Forzada de la ONU. Este organismo activó el artículo 34 de la Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas, señalando que el fenómeno en México es generalizado y sistemático.
La protesta también incluyó la colocación de un sello de clausura simbólico y mensajes que subrayaron la necesidad de reconocer la crisis como primer paso hacia la justicia. Sin embargo, al término de la manifestación, trabajadores del Senado retiraron los carteles y lavaron las pintas, lo que generó críticas en redes sociales.
Este acto refleja la persistente lucha de las familias por visibilizar la crisis de desapariciones en el país y exigir acciones concretas de las autoridades.