La muerte de Miguel “N”, conocido como el feminicida de Iztacalco, no trajo consuelo a las familias de sus víctimas. Por el contrario, dejó más dudas que respuestas.
Una semana antes de su fallecimiento, el sujeto llamó desde el Reclusorio Oriente a algunas sobrevivientes y familiares para burlarse y confesarles que no se arrepentía de nada. Así lo denunció la abogada Erendali Trujillo, asesora legal de Cassandra, madre de María José, una de las jóvenes que murió en el ataque.
Miguel “N” había sido detenido el 16 de abril de 2024 por asesinar con arma blanca a una menor de 17 años e intentar matar a su madre. Murió este domingo tras una supuesta caída en prisión. Fue trasladado al Hospital General de Iztapalapa, donde se le declaró muerto por paro cardiorrespiratorio.
El padre de una de las víctimas escribió una carta pública donde expresó su furia y escepticismo. Dijo no confiar en la versión oficial y lamentó que su hija no recibiría justicia: “Hubiera preferido verlo podrirse cada día en la cárcel. La muerte no es castigo suficiente.”
La defensa legal de las víctimas solicitará a la Fiscalía ser integrada en las investigaciones sobre el fallecimiento del acusado, ante la sospecha de que pudo haber sido silenciado antes de ser sentenciado.