Ni a todos los panistas, ni a todos los morenistas les cayó en gracia la encuesta de Rubrum —obviamente, según la conveniencia de cada quien—, pero donde realmente se encendieron las alertas fue en el caso del exalcalde Marco Quezada. Hasta hace muy poco se mostraba públicamente a favor del alcalde juarense, Cruz Pérez Cuéllar, en su proyecto rumbo a la gubernatura en 2027, pero en privado trae las antenitas muy paradas, ya que parece que cambió de bando y que, en lo interno, está simulando el apoyo.
En el equipo de Cruz Pérez Cuéllar ya empiezan a desconocer algunas acciones de Marco Quezada. Incluso, se maneja que al exalcalde le vendieron la idea de que puede llegar como “caballo negro” por Morena a la gubernatura, y por fin, luego de 14 años, quitarse la espina. Esto tiene muy inquietos a los “crucistas”.
Han pasado 11 años desde que Quezada dejó la Alcaldía y presume aún tener un capital político importante, incluso dentro de la misma Policía. Trae la espinita clavada y, si las circunstancias se le acomodan, lo va a intentar. Pero también significaría una traición para quien lo ha cobijado.
Ronrroneos: ¿Enserio quien es Belinda López?, ¿quien pidió ponerla en la encuesta de Rumbrum, así como a Jorge Cruz Camberos?, en su caso es evidente el impulso por parte del empresariado, pero aún así, cual fue el objetivo, esto puso con los pelos de punta a los panistas.
Ante una posible traición, Cruz también va a darse cuenta de que es mejor tener más amigos y no dejar de lado a quienes hoy cree que no necesita, porque cuando descubra que todos son necesarios, puede que ya sea tarde.
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El secretario de Turismo, Edibray Gómez, trae unas ganas, pero unas ganotas, de convertirse en diputado por el PAN. Sus detractores afirman que se va a quedar con las ganas, a menos que compre la diputación, lo cual tampoco sorprendería, ya que esa práctica existe en todos los partidos, y recursos no le faltan.
La comezón que causó en algunos viene del desastre que dejó en la Cámara Nacional de Comercio. A “La Gata Mora” le aseguraron que el propio secretario general de Gobierno, Santiago de la Peña, pidió a los canacos llevar un proceso lo más ordenado posible, e incluso —si no era mucho pedir— que simularan al menos una elección. Pero ni para eso les alcanzó: el resultado está a la vista de todos, un organismo fracturado, con divisiones y muchos cuestionamientos sobre por qué ni siquiera se permitió una votación en unidad.
A Edibray Gómez, por estar en el gobierno y fungir como secretario, lo acusan directamente del “cochinero en la Canaco”. Desde ahora quieren limitar cualquier intención suya de crecer políticamente. Porque si bien ganó una elección, también se ganó a muchos comerciantes… pero en su contra. “Si agarra una diputación para tener un aterrizaje después de la Secretaría, es porque la compró”. Así de claro.
Mauyadas: Es muy peligroso que dentro del PAN y del propio gobierno se diga abiertamente que un empresario como Edibray Gómez puede comprar una diputación con la mano en la cintura. Esto solo se suma a la tensión existente por abusos y excesos. Pero el tiempo dará las respuestas.
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Po, po, por cierto, a “La Gata Mora” le llovieron mentadas hasta para llevar, por haber puesto al “Golden Boy” como una posible figura para la gubernatura en 2027. Y no solo lo afirmó, lo sostiene: sí es una figura fuerte… pero solo si la candidata de Morena es Andrea Chávez.
Entre los reclamos, se dice que a Enrique Rascón apenas le alcanzaría para una diputación, ya sea por su partido o en coalición con el PAN. La realidad es que es uno de los principales operadores de la gobernadora, con influencia en alcaldías de todos los partidos… incluso Morena.
Tanto reclamo a “La Gata Mora” y terca como es, pero también reflexiva, pensó: los Reyes y los Tetos decían que un ranchero naco como Duarte no llegaría… los Quezadas y los Carreras aseguraban que un ingeniero como Javier Garfio no levantaría ni un voto… otros que hoy trabajan con la gobernadora Maru Campos afirmaban que no pasaría de la reelección. Pero el poder ciega a muchos y se les olvida que las candidaturas y los cargos son circunstanciales.
Hoy, el “ranchero” (del que se burlaban porque tampoco era licenciado en Derecho) es exgobernador —aunque con título comprado, parece—; aquel ingeniero es exalcalde; y aquella a la que no le daban pase para reelegirse es gobernadora.
Y curiosamente, el “Golden Boy” —cuya única posibilidad hoy de ser candidato a la grande es si Andrea Chávez es su contrincante— se la lleva bien con los tres anteriores. En una reunión de gabinete, alguien dijo: “Este es el que menos problemas da”. Saquen la deducción de quién lo dijo.
Arañazos: En el caso de Enrique Rascón, así como puede subir como espuma, también tendrá que aclarar algunos escándalos en puerta. Se habla de algo relacionado con “supuestos granos” —y no precisamente espinillas—, además de la presión que se ejerce en varios municipios.
