H. Cd. de Chihuahua.- Durante años, la visa H-1B ha sido clave para profesionales extranjeros con habilidades especializadas que buscan trabajar en Estados Unidos. Sin embargo, este programa enfrenta actualmente una nueva etapa de revisión tras la intensificación de solicitudes de información por parte del gobierno de Donald Trump, lo que ha generado inquietud entre abogados y solicitantes.
Estas solicitudes —dirigidas a quienes aplican o buscan renovar visas H-1B— reflejan el endurecimiento de la política migratoria de Trump, centrada en deportaciones masivas y en la eliminación de protecciones implementadas durante el mandato de Joe Biden. Aunque el foco ha estado en inmigrantes sin documentos, más de mil estudiantes extranjeros ya han perdido su visa o estatus legal.
La visa H-1B, creada en 1990, permite a empleadores contratar trabajadores extranjeros con conocimientos especializados y título universitario, especialmente en el sector tecnológico. Cada año se otorgan 65 mil nuevas visas, más 20 mil adicionales para quienes poseen maestría o superior. India ha sido el principal país de origen de estos solicitantes desde 2010.
El programa ha dividido al Partido Republicano: mientras empresarios tecnológicos lo defienden como herramienta clave para atraer talento, sectores conservadores lo critican por, presuntamente, desplazar a trabajadores estadounidenses con mano de obra extranjera más barata. El senador Bernie Sanders también ha señalado que el programa favorece prácticas laborales injustas.
En días recientes, abogados de inmigración han reportado solicitudes inusuales por parte del gobierno. Kevin Miner, socio del despacho Fragomen y miembro de la Asociación Estadounidense de Abogados de Inmigración, indicó que se han solicitado datos biométricos incluso sin que existan antecedentes adversos, algo no común en estos trámites. Además, no se ha seguido el proceso habitual de notificación pública para aplicar nuevos requisitos.
El portavoz del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS), Matthew Tragesser, justificó esta estrategia como parte del esfuerzo por “restaurar la integridad del sistema migratorio” y mitigar el fraude. Según la agencia, estas medidas refuerzan la seguridad nacional.
Abogados y solicitantes temen que estas acciones sean el preludio de mayores restricciones para otros tipos de visas de trabajo. “Hay tantas cosas que no sabemos”, advirtió Miner.