H. Cd. de Chihuahua.- Durante la transmisión del programa Ventaneando del 23 de abril, Pedro Sola sorprendió a sus compañeros y provocó carcajadas al confesar, con su característico humor, un peculiar deseo: quiere ser sepultado en el Palacio Nacional.
La declaración surgió en medio de una conversación sobre el eventual funeral del papa Francisco. El conductor, de 78 años, reflexionó sobre su propia despedida y soltó con total seriedad:
“Yo quiero que me sepulten en Palacio Nacional, debajo de ya saben en dónde”, haciendo alusión al lugar donde alguna vez trabajó.
Entre risas, sus compañeros le propusieron alternativas más realistas, como las instalaciones de TV Azteca, donde Pedro respondió en tono cómico:
“Aquí en el crucero, que ahí me pongan en una esquina”, a lo que Rosario Murrieta recordó que es justo ahí donde suele platicar con el personal del canal.
Pedro, continuando con la broma, imaginó su propio memorial con una grabación interminable de él hablando y una estatua en una banca, como la famosa imagen de Vicente Fernández.
Detrás del comentario también hay un toque de nostalgia. Sola explicó que su petición no tiene tintes políticos, sino que se debe a un recuerdo especial:
“Porque ahí trabajé hace muchos años”, mencionó.
Antes de su fama en la televisión, Pedro tuvo una carrera en el sector público. De 1968 a 1976 trabajó en la Secretaría de Hacienda, y después en la Secretaría de Comercio, hasta 1992. Su salida se debió a un ambiente hostil, según él mismo reveló, particularmente por una jefa que lo presionaba por no usar computadora.
Fue hasta que una amiga productora lo invitó a un piloto de Ventaneando que Pedro Sola inició la etapa que lo consolidó como uno de los personajes más icónicos de la farándula mexicana.