Con 446 votos a favor, cero en contra y ninguna abstención, la Cámara de Diputados aprobó una iniciativa que garantiza un salario base no menor al mínimo para trabajadores que tradicionalmente dependen de propinas. Entre los beneficiarios se encuentran meseros, empleados hoteleros, despachadores de gasolina, vendedores en plazas y estadios, así como cerillos que laboran en centros comerciales.
La reforma prohíbe que las propinas sean consideradas como parte del salario mínimo y exige que sean distribuidas equitativamente entre quienes las generan. Además, otorga acceso a derechos laborales como salud, vivienda y pensión.
El diputado Pedro Haces Barba, impulsor de la propuesta, aclaró que los franeleros que trabajan en la vía pública no están contemplados en la reforma, a diferencia de aquellos que laboran en establecimientos regulados.
La medida busca fortalecer la formalidad laboral y garantizar condiciones más justas para millones de trabajadores del sector servicios.