El león blanco que vivía en condiciones deplorables en el Zoológico de Culiacán murió este miércoles 30 de abril, tras semanas de denuncias ciudadanas sobre el abandono en el que se encontraba: encerrado en una jaula oxidada, sin atención médica, alimento ni agua adecuada.
El ejemplar, visiblemente desnutrido y rodeado de sus propios excrementos, fue exhibido en redes sociales, lo que detonó un reclamo público que no fue atendido a tiempo. La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), encabezada por Mariana Boy, ignoró los reportes por más de 15 días. Apenas el 29 de abril, dos inspectores federales llegaron al lugar, pero ya era tarde.
“Durante nuestro segundo día de inspección en el Zoológico de Culiacán, falleció el león que se encontraba en estado de salud delicado”, informó Profepa. Los resultados de la necropsia aún están pendientes para determinar las causas exactas del deceso.
La Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM) acusó directamente al director del zoológico, José María Casanova, de recortar el presupuesto para el alimento de los animales y de operar sin veterinarios ni planes de manejo. Exigen que los ejemplares aún con vida no sean dejados como depositarios en el mismo recinto, pues consideran que eso significaría condenarlos a seguir en el abandono.
