Decenas de estudiantes de la Escuela Normal Rural “Ricardo Flores Magón”, ubicada en el municipio de Saucillo, marcharon este viernes por las calles del centro de la ciudad de Chihuahua para conmemorar los 23 años de la represión ocurrida el 2 de mayo de 2002, cuando elementos de la policía judicial del estado y agentes municipales intentaron desalojar por la fuerza a un centenar de alumnas que se manifestaban en contra de una reforma educativa.
La movilización comenzó en la avenida Universidad y culminó en la Plaza de Armas, frente a Palacio de Gobierno, donde las y los normalistas realizaron un mitin político-cultural en el que recordaron los hechos de 2002 y denunciaron que, a pesar del tiempo transcurrido, la criminalización del movimiento estudiantil y rural continúa vigente en diversas regiones del país.
La reforma educativa que en aquel entonces se pretendía implementar contemplaba el cierre del internado y albergue para hijas de campesinos y ejidatarios, lo que en la práctica significaba limitar el acceso a la educación normalista a jóvenes de escasos recursos provenientes de comunidades rurales.
La resistencia de las estudiantes derivó en la toma de las instalaciones y, posteriormente, en una serie de acciones represivas por parte del gobierno estatal.
“Hoy recordamos que hace 23 años nuestras compañeras defendieron esta escuela con dignidad y firmeza, enfrentando la represión del Estado por luchar por su derecho a la educación”, expresó una de las oradoras durante el mitin. “Gracias a su lucha, la Normal de Saucillo sigue viva y continúa formando a mujeres que llevan la educación a los rincones más olvidados del país”.
Durante el acto, también se rindió homenaje a otras luchas históricas del movimiento normalista rural, como las protagonizadas por las normales de Ayotzinapa, Mactumactzá y Tenería, instituciones que al igual que Saucillo, han sido blanco de intentos de cierre, recorte presupuestal y represión policial.
Portando pancartas con consignas como “Escuelas rurales, semillas de conciencia” y “La educación no se vende, se defiende”, las y los estudiantes reiteraron su compromiso con la defensa de la educación pública, gratuita y popular, así como con la exigencia de justicia para los casos de represión que han quedado impunes.
Las normales rurales fueron creadas en el siglo XX con el objetivo de formar docentes para comunidades marginadas, y han sido históricamente bastiones de organización política y resistencia social, principalmente por su vínculo con el campo y los sectores más desfavorecidos de la población.
La conmemoración de este 2 de mayo se suma a una serie de actividades políticas y culturales que la comunidad normalista ha impulsado para visibilizar las problemáticas que enfrenta el sistema de formación docente rural en México, y para exigir condiciones dignas para la educación de los sectores populares.
