La tensión entre India y Pakistán alcanzó un punto crítico este viernes tras los ataques con misiles lanzados por Islamabad en respuesta a los bombardeos previos de Nueva Delhi en la región de Cachemira. Las Fuerzas Armadas paquistaníes afirmaron haber destruido instalaciones militares clave como la base aérea de Udhampur y un almacén de misiles BrahMos.
En medio del cruce de acusaciones, más de 50 civiles han muerto desde que comenzaron las hostilidades el miércoles. Una niña de dos años figura entre las víctimas fatales en Pakistán, mientras que en India una mujer murió durante un bombardeo en Uri, cerca de la Línea de Control.
El Ejército indio asegura que Pakistán ha lanzado más de 400 drones, mientras que Islamabad sostiene haber derribado 77 de ellos y acusa a su vecino de fabricar ataques para justificar nuevas agresiones. La violencia ya ha cerrado aeropuertos, escuelas y provocado el colapso del tráfico aéreo en la zona.
El gobierno de Pakistán advierte que el actuar “temerario” de India ha puesto al mundo al borde de una guerra nuclear. Por su parte, la comunidad internacional, incluidos Estados Unidos, Reino Unido e Irán, han llamado a la desescalada y ofrecido mediar ante un conflicto que ha dejado de limitarse a Cachemira.
