Montevideo.– El expresidente de Uruguay, José “Pepe” Mujica, se encuentra en la fase terminal del cáncer de esófago que padece y actualmente recibe cuidados paliativos para mitigar el dolor, según confirmó su esposa, la también exsenadora Lucía Topolanski.
Topolanski explicó que su estado de salud ya no le permite traslados prolongados, motivo por el cual el exmandatario no pudo asistir a las recientes elecciones regionales. “Está haciendo lo necesario para vivir este último pasaje de su vida lo mejor posible”, declaró a la radio local Sarandí.
El actual presidente uruguayo Yamandú Orsi, cercano al exguerrillero tupamaro, pidió respeto a la privacidad de Mujica en este momento delicado: “No hay que enloquecerlo, hay que dejarlo tranquilo”.
El propio Mujica, de 89 años, había anunciado en enero que el cáncer se había expandido a su hígado y que no se sometería a más tratamientos. “Sinceramente me estoy muriendo y el guerrero tiene derecho a su descanso”, dijo entonces en un emotivo mensaje dirigido a sus compatriotas.
Desde su diagnóstico en abril de 2024, Mujica se sometió a sesiones de radioterapia, pero por sus condiciones médicas —insuficiencia renal, una enfermedad inmunológica y su avanzada edad— se descartaron intervenciones quirúrgicas o quimioterapia. Pese a los intentos por frenar el avance del cáncer, su salud se ha deteriorado visiblemente.
Considerado un referente moral de la izquierda latinoamericana, José Mujica ha sido admirado a nivel mundial por su estilo de vida austero, su discurso anticonsumista y su cercanía con el pueblo. Hoy, Uruguay y gran parte de América Latina observan con respeto y admiración los últimos días de uno de sus líderes más emblemáticos.
