El equipo de Radio Noticias La Norteñita acudió al Hospital Morelos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para documentar y visibilizar las múltiples denuncias ciudadanas sobre las condiciones críticas del sistema de salud público.A diario, derechohabientes hacen llegar a esta redacción testimonios de desatención médica, carencia de medicamentos, falta de citas y deficiencias graves en los servicios de urgencias y traslados.
El director de noticias, Roberto Álvarez, encabezó la cobertura en el lugar para escuchar de primera mano los reclamos de los usuarios, muchos de los cuales han enfrentado largas horas de espera, postergaciones injustificadas de cirugías y un trato que califican como indigno.Uno de los casos más alarmantes reportados recientemente expone el traslado de pacientes desde la Unidad de Especialidades Médicas en Torreón hasta la ciudad de Chihuahua.
Tras someterse a procedimientos quirúrgicos, los pacientes son enviados de regreso en camiones sin equipamiento médico, sin personal capacitado y sin protocolos mínimos de seguridad, exponiéndolos a riesgos innecesarios y contraviniendo los principios básicos del cuidado postoperatorio.
En las inmediaciones del Hospital Morelos, decenas de derechohabientes compartieron sus experiencias con nuestro equipo. Las escenas son recurrentes: pacientes esperando durante horas o incluso días para recibir atención, intervenciones pospuestas por “falta de quirófano” o “ausencia de especialistas”, y un sistema completamente rebasado.Sin embargo, cuando La Norteñita realizaba entrevistas en el lugar, dos personas que se identificaron como elementos de seguridad del hospital intentaron impedir la labor periodística, argumentando que no se podía realizar ninguna transmisión en el sitio.
Este acto de censura evidencia una falta de transparencia institucional frente a una crisis que afecta directamente a miles de familias.La situación llegó a oídos de Francisco Salcido, delegado estatal de la Confederación Mexicana de Organizaciones Sindicales, quien se presentó en el lugar para expresar su respaldo a los derechohabientes y su indignación por el deterioro del sistema de salud.“Es una vergüenza lo que estamos viviendo.
El gobierno federal prometió un sistema de salud como el de Dinamarca, pero lo que tenemos es un sistema colapsado, indigno y doloroso. Los mexicanos no merecemos este trato”, afirmó.Salcido relató su experiencia personal, al señalar que sus propias hijas se atienden en la clínica de maternidad del IMSS, y que él mismo ha tenido que esperar en la vía pública para ser atendido.
Denunció también que en las salas de urgencias “hay personas tiradas en el piso, acostadas sobre sábanas, desmayadas en las sillas. Es fácil negar el desabasto, pero quienes vivimos esto sabemos que es real”.Criticó la promesa de la presidencia de la República sobre resolver la escasez de medicamentos mediante compras consolidadas, una estrategia que hasta ahora no ha mostrado resultados palpables.
“Los faltantes persisten en el IMSS y el ISSSTE, y eso tiene consecuencias graves en la salud y la vida de la gente”, añadió.Finalmente, pese a las denuncias constantes, el personal médico admite que trabajan con recursos limitados, sin el presupuesto suficiente para atender la creciente demanda. Esta precariedad repercute directamente en la calidad del servicio y profundiza el malestar de los derechohabientes.
La situación en el IMSS no es un caso aislado ni reciente. Es el reflejo de un sistema de salud pública que, lejos de fortalecerse, muestra signos claros de abandono y saturación, donde las promesas de un sistema de primer mundo contrastan cruelmente con la realidad cotidiana de millones de mexicanos.
