30°

Heroica ciudad de Chihuahua, Chih. México
25 de agosto 2025

De listas negras, pactos grises y fugas doradas: El teatro de la impunidad mexicana

Pérez Cuéllar en la mira: la lista de Washington en la que nadie quiere estar

Ciudad Juárez vuelve a figurar en los titulares internacionales, y no precisamente por sus logros. El alcalde Cruz Pérez Cuéllar ha sido incluido en la llamada “Lista Marco” del Departamento de Estado de EE. UU., una lista no oficial de políticos mexicanos bajo investigación por presuntos nexos con actividades ilícitas como tráfico de personas, lavado de dinero, narcotráfico o financiamiento ilegal de campañas. Aunque la lista no implica culpabilidad, su inclusión en este grupo selecto de funcionarios bajo la lupa internacional no es un detalle menor, especialmente cuando ya pesan sobre él y su equipo más de una decena de denuncias por corrupción.

La aparición de Pérez Cuéllar en esta presunta lista no sorprende: es el mismo guion de siempre. Políticos mexicanos acumulan fortunas inexplicables, Washington mueve fichas y aquí todos fingen indignación. Lo grave no es que Estados Unidos investigue, sino que México nunca lo haga. Mientras tanto, los implicados siguen disfrutando de sus mansiones, porque en este país la corrupción es un delito sin castigo… hasta que el Tío Sam te señala.


Sheinbaum vs. EU: la negación como política de Estado

La presidenta cuestiona a Estados Unidos por el presunto acuerdo con la familia del Chapo, pero ¿realmente esperaba que creyéramos en su “ofensa moral”? Este gobierno lleva años negociando con el narco… ¿o ya se olvidaron de los abrazos, no balazos?

La diferencia es que Washington lo hace con documentos; México, con discursos. Aquí no hay indignación genuina, solo molestia porque los gringos les quitaron el monopolio de la simulación.


Tres fugitivos: la justicia que nunca llega

Tres prófugos por el desvío de recursos en el caso corralista, y ninguna autoridad ha podido explicar cómo escaparon. ¿Negligencia o complicidad? Da igual: el mensaje es claro. Robar en México es un deporte de bajo riesgo: si te atrapan, te fugas; si te fugas, te olvidan. Y mientras tanto, el dinero público sigue siendo el botín favorito de la clase política.

La justicia parece jugar al escondite con los responsables, mientras los ciudadanos observan con escepticismo cómo la impunidad se pasea impunemente por los pasillos del poder. Estos tres casos reflejan una preocupante constante: la erosión de la confianza en las instituciones y la percepción de que la justicia es selectiva y negociable. Mientras algunos funcionarios son señalados por potencias extranjeras, otros negocian acuerdos en la sombra y algunos más simplemente desaparecen cuando se les requiere rendir cuentas.

La ciudadanía merece respuestas claras y acciones contundentes, no más simulaciones ni discursos vacíos.


EPÍLOGO: el círculo perfecto de la cómplice inacción

Washington investiga lo que México ignora, la presidenta niega lo que todos saben y los corruptos escapan ante la mirada cómplice del Estado. ¿Cuántas veces más tendremos que ver este mismo circo antes de admitir que el problema no son los delincuentes, sino el sistema que los protege?

Es hora de que las autoridades, tanto locales como federales, enfrenten estos desafíos con valentía y transparencia. La democracia y el estado de derecho no pueden sostenerse sobre cimientos de impunidad y complicidad. La sociedad exige justicia, no justificaciones.

Compartir
Facebook
Twitter
WhatsApp