H. Cd. de Chihuahua.- A pesar de las tensiones derivadas de la guerra comercial impulsada por el expresidente Donald Trump, la inversión china en México no solo se mantiene, sino que continúa creciendo. Desde 2023 y hasta el primer trimestre de 2025, los proyectos de capital chino acumulan un alza del 46%, sumando 11 mil 890 millones de dólares. Este aumento se debe principalmente a la fabricación de autopartes, manufacturas y componentes que cumplen con la integración nacional, lo cual permite abastecer con éxito al mercado estadounidense.
En 2023, las inversiones del país asiático en territorio mexicano alcanzaban los 8 mil 140 millones de dólares. En el último año, se añadieron otros 3 mil 568 millones, en parte gracias a inversionistas que operan vía Hong Kong.
César Fragozo López, vicepresidente de la Cámara de Comercio México-China, explicó que México sigue siendo atractivo por su ubicación estratégica. Los empresarios chinos, dijo, están dispuestos a adaptarse a las reglas de exportación mientras encuentran oportunidades en sectores clave como el automotriz, electrónico, energético y tecnológico. Tan solo en la primera mitad de 2024, las inversiones en electromovilidad y autopartes superaron los 2 mil 200 millones de dólares, representando el 18.3% del sector automotriz.
Fragozo destacó que podrían concretarse al menos 30 proyectos nuevos este año con un valor estimado de 3 mil 883 millones de dólares, principalmente en estados como Nuevo León, Michoacán, Jalisco, Tamaulipas y Aguascalientes, donde se estudian condiciones de infraestructura y conectividad.
Además, el vicepresidente respaldó la intención del gobierno mexicano de revisar las reglas de origen del T-MEC, con el fin de asegurar que los productos tengan mayor contenido nacional y evitar especulaciones de triangulación comercial. Según explicó, esto permitiría reforzar la industria mexicana y elevar su participación en las cadenas de valor regionales.
Finalmente, enfatizó que la inversión china no se ha detenido por los conflictos comerciales; más bien, las decisiones actuales responden a factores estratégicos. Un ejemplo es la automotriz BYD, cuya llegada a Jalisco fue reconsiderada no por presión política, sino por falta de infraestructura para autos eléctricos en el país.
Fragozo concluyó que México juega un papel clave como socio comercial de Estados Unidos, por lo que es urgente fortalecer su proveeduría nacional con incentivos que mejoren la integración productiva y aseguren un crecimiento sostenido.