Desde el sábado pasado comenzó a operar en la ciuda de Chihuahua, el nemesis de Francisco El Guero Lozoya, líder Permisionarios Unidos del Transporte Público, se trata de Matias Prieto, dirigente de la UNTRAC, Unión Nacional de Transportistas para el Cambio quien la semana pasada aperturó oficinas en la capital, sobre la Francisco Villa quien ya empezó a restarle fuerza y hacerle ruido al pulpo camionero que incluye a la Subsecretaría de Transporte.
Matias Prieto ya era un nombre incomodo en Ciudad Juárez, pero lo mantenían dentro del corral, sin embargo tras su arribó con la UNTRAC en la ciudad de Chihuahua les rompe todo el esquema por demás comodo a Juan Gómez y a Francisco El Guero Lozoya, este ultimo que por decadas dice que el transporte no es negocio, pero los numeros dicen lo contrario.
Matias Prieto afirma tener ahorita a más de 5 mil agremiados, (falta ver un padrón que lo compruebe) y como andan las cosas anda buscando afiliar incluso a quien ande en bicicleta, pareciera chiste, pero no lo es, la intención de la UNTRAC es afiliar a toda persona que labore detras del volante y cuyos sindicatos han abandonado en la defensa de sus derechos, ante poniendo cualquier tipo de negociación con el Gobierno en turno, sea del PRI, PAN o MORENA.
Que duro debe de ser a los líderes vitalicios del pulpo camionero, reconocer que a quien vieron chiquito, prieto y orejón, hoy les comienza a sumar una fuerza en Creel, Nuevo Casas Grandes, Cuauhtémoc, Ciudad Juárez y que poco a poco fueron rodeando la matriz del poder politico en Chihuahua.
Hoy en día todo juega en contra de los líderes sindicales del transporte, quienes se acostumbraron a ponerle el pie en la espalda a los camioneros y transportistas para poder subir un escalón más en sus botines politicos con Palacio de Gobierno.
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Los localtarios de la Feria de Santa Rita, nunca promieteron precios bajos, ni siquiera justos, pero a lo que si estan bien comprometidos es que esta misma semana o a más tardar a la otra, buscarán en un evento público en la primera oportunidad a la Gobernadora, Maru Campos Galván para expresarle que hay gente que charolea a su nombre, que causó que en esta edición la Feria del Pueblo se conviertiera en todo menos en eso, incluso donde en el Cedis, hay quienes les piden a los chihuahuenses que le invirtieron,m “que ni la pillen, porque esta todo apalabrado”.
Aquí es donde se pone turbio: luego de que en redes sociales se volviera un verdadero meme, que para comprar una botella o comer en las Ferias salía más barato dejar una cornea, se reveló que no son propiamente los locatarios los que establecen los precioso de las bebidas alcoholicas, sino que el precio esta monopolizado por la franquicia de Liquor Depot, sin conseción, sin licitación, así adjudicada de forma directa, sodas, cerveza, hielo, pisto, bueno hasta champain. ¿Cuantas empresas participaron? ¿A cuantas las invitaron?, “Pasamos de ser locatarios, inversionistas a empleados de Liquor Depot.
Por si fuera poco, lo que más trae enchilados a los comerciantes, es que el propietario de lo Liquor Depot, afirmaron es hermano de uno muy parado con la Gobernadora, Maru Campos.
Que los locatarios pidan condiciones para que más chihuahuenses acudan a la Feria, ya es algo, pero que pretenden increpar a la Gobernadora, por quienes andan charoleando a su nombre ya escala.
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La Feria de Santa Rita, históricamente uno de los espacios de convivencia más importantes del estado, hoy representa una pesada carga para las familias chihuahuenses.
El acceso a la feria se ha convertido en un gasto difícil de justificar en un contexto de creciente presión económica: 50 pesos por persona, 100 pesos de estacionamiento, y cobros adicionales por actividades que antes eran gratuitas.
Para una familia de clase media, la experiencia completa puede superar fácilmente los mil pesos por una sola visita.
Más allá del encarecimiento, preocupa la falta de visión del Patronato que organiza la feria.
En un momento en que otras entidades están transformando sus ferias en plataformas culturales, turísticas y de desarrollo económico —como es el caso de Aguascalientes o Puebla, que este año presentaron artistas de talla internacional como Sting, The Killers o Alejandro Sanz—, Chihuahua continúa anclada a un modelo agotado, con la misma programación y las mismas dinámicas de hace dos décadas.
La Feria de Santa Rita debería aspirar a más: a convertirse en un escaparate de talento local, una vitrina para el turismo regional, un punto de encuentro entre tradición e innovación. Pero eso exige liderazgo, gestión profesional y una visión de largo plazo.
Hoy, ni lo uno ni lo otro: solo cuotas altas, cartel repetido y una ciudadanía que paga cada vez más por recibir cada vez menos.