H. Cd de Chihuahua.- En su primera intervención pública sobre la Iglesia catolica China, el papa León XIV expresó este domingo su cercanía con los fieles católicos chinos y pidió oraciones para que puedan mantener su comunión con la Santa Sede, en medio de los desafíos que aún persisten en las relaciones entre el Vaticano y Pekín.
Durante la bendición dominical desde la ventana del Palacio Apostólico, el nuevo pontífice —el primero de origen estadounidense— recordó que el sábado se celebró la Jornada Mundial de Oración por la Iglesia en China, instaurada por el papa Benedicto XVI como un gesto de unidad con los católicos del país asiático.
“Oremos para que nuestros hermanos y hermanas en China reciban la gracia de ser testigos fuertes y alegres del Evangelio, incluso en medio de las pruebas, y promuevan la paz y la armonía”.
Y es que el papa León XIV hereda una relación diplomática compleja con China, marcada por décadas de tensión. Desde 1951, Pekín y el Vaticano no mantienen relaciones diplomáticas oficiales. Los cerca de 12 millones de católicos en China siguen divididos entre una iglesia oficial, controlada por el Estado, y una iglesia subterránea, fiel al papa y a Roma.
En 2018, el papa Francisco firmó un acuerdo provisional con el gobierno chino sobre el nombramiento de obispos, permitiendo cierto margen de participación estatal, aunque con derecho a veto por parte del Vaticano. Sin embargo, el pacto ha sido polémico y ha enfrentado dificultades, incluyendo nombramientos unilaterales por parte de China sin aprobación de la Santa Sede.
León XIV deberá decidir si renueva este acuerdo, que ha sido prorrogado periódicamente. Según la agencia Fides, el cardenal Stephen Chow, arzobispo de Hong Kong, compartió detalles de un encuentro reciente con el papa tras el cónclave que lo eligió. Chow, jesuita como Francisco, dijo que entregó al pontífice una estatua de Nuestra Señora de Sheshan —muy venerada por los católicos chinos— y le pidió que no se olvidara de la Iglesia en China.