Ocho soldados del Ejército Mexicano murieron este miércoles tras la explosión de una mina terrestre mientras circulaban en una unidad blindada por un camino de terracería en la comunidad de El Santuario, municipio de Los Reyes, Michoacán, zona azotada por la disputa entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y grupos rivales.
La explosión se registró durante un operativo de reconocimiento en una región serrana, donde las Fuerzas Armadas mantenían presencia para combatir actividades del crimen organizado. Además de los ocho fallecidos, dos militares resultaron gravemente heridos y fueron trasladados vía aérea a un hospital para recibir atención especializada. Su estado de salud se reporta como delicado.
Tras el estallido, elementos de seguridad pública y refuerzos militares acudieron a la zona para brindar apoyo, confirmar el número de víctimas y asegurar el perímetro. Las autoridades aún no han revelado la identidad de los militares caídos en cumplimiento del deber.
Este hecho se suma a la creciente violencia en el estado, donde el uso de minas terrestres, drones y explosivos improvisados se ha vuelto cada vez más común por parte de los cárteles como estrategia para frenar el avance del Ejército. Las fuerzas federales han iniciado un despliegue intensivo para localizar a los responsables y garantizar la seguridad en el área.
La Fiscalía General de la República ya inició una investigación para esclarecer el atentado, mientras que la Secretaría de la Defensa Nacional reiteró su compromiso con la lucha contra el crimen organizado y expresó condolencias a las familias de los militares fallecidos.

