H. Cd. de Chihuahua.- El Gobierno de México solicitará formalmente quedar exento del aumento de aranceles al acero y aluminio anunciado por la administración de Donald Trump, que este martes duplicó del 25% al 50% los impuestos a estos materiales. La medida, que entró en vigor de inmediato, podría golpear sectores clave de la economía mexicana como el automotriz, la construcción, la electrónica y la metalurgia.
La orden ejecutiva firmada por Trump apunta a frenar la importación de acero y aluminio baratos que, según argumenta, amenazan la seguridad nacional y afectan la competitividad de las industrias estadounidenses. Entre los países más afectados se encuentran México, Canadá, Brasil, Corea del Sur, Vietnam y China.
Expertos advierten que la medida tendrá un efecto dominó en varios sectores, particularmente en estados como Jalisco, donde industrias como la automotriz ya enfrentan una baja en producción. “Esto solo agravará la situación en sectores que ya venían golpeados”, advirtió Mireya Pasillas, del ITESO.
Los aranceles también podrían traducirse en aumentos de precios para los consumidores, ya que el acero y el aluminio están presentes en productos básicos como latas, electrodomésticos, estanterías, camiones y materiales de construcción.
Marcelo Ebrard, secretario de Economía, calificó la medida como “injusta” y anunció que esta misma semana viajará a Washington para presentar el caso mexicano, buscando lograr una excepción similar a la que obtuvo el Reino Unido.
“Estas medidas no se sostendrán en el tiempo. No tienen sentido cuando hay superávit comercial, no déficit”, argumentó el funcionario, advirtiendo que tanto México como Estados Unidos sufrirán consecuencias económicas si no se revierte la decisión.
