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Heroica ciudad de Chihuahua, Chih. México
18 de julio 2025

Junio arranca con trampas, escándalos… y una buena noticia

Ciudad Juárez despertó este mes con todo, menos tranquilidad. En apenas los primeros días de junio, ya hay denuncias de boletas manipuladas durante la madrugada, señalamientos contra funcionarios electorales más entusiastas con los partidos que con la ley, y una ciudad que aún no cierra las heridas de un proceso electoral plagado de sospechas, trampas y abstencionismo.

Una candidata a jueza penal acusa a la presidenta de la asamblea electoral de manipular paquetes electorales en la madrugada. ¿Sorprende a alguien? Las elecciones en México siempre han sido un deporte de contacto: ganan no las ideas, sino quienes mejor saben doblar las reglas. Lo más grave no es el delito, sino la complicidad institucional que lo permite. ¿Dónde está el INE? ¿Dónde está la Fiscalía? Callados, como siempre.

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La nota más absurda (y triste) llega desde las calles: un hombre disparó sin motivo aparente contra un civil a plena luz del día. Porque en esta ciudad, la violencia ya no necesita razones. No responde a venganzas, rutas ni deudas: responde a la normalización de la barbarie. Junio arranca con plomo, como si mayo no hubiera sido ya suficientemente sangriento.

El asesinato de un joven en plena calle ya no es noticia en Juárez: es la enésima repetición de un guion que conocemos de memoria. La ciudad sigue regando el asfalto con sangre fresca. Y lo más indignante no es el crimen, sino la naturalización del horror: ya ni nos inmutamos cuando un descerebrado dispara a plena luz del día. ¿Cuándo dejamos de ser sociedad para convertirnos en espectadores de nuestra propia masacre?

Pero, entre tanto desatino, vale la pena detenerse en una buena noticia: la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) anunció que contará con nuevos campus universitarios. En una ciudad y un estado urgidos de educación, ciencia y oportunidades para la juventud, esta expansión representa más que ladrillos: es esperanza. Es desarrollo. Es una apuesta por la mente en un entorno donde todo grita con armas.

La educación sigue siendo nuestra mejor arma contra la barbarie. En una ciudad donde muchos crecen creyendo que el futuro es un lujo, cada aula nueva es un acto de resistencia. Ojalá estos espacios no solo formen profesionistas, sino ciudadanos capaces de romper el círculo vicioso de violencia y corrupción.


EPÍLOGO:

Ojalá esta semilla universitaria crezca más rápido que la violencia. Y ojalá quienes estudien ahí no tengan que vivir bajo las reglas del plomo, el fraude y la impunidad.

Juárez sigue dividido: entre los que matan impunemente, los que roban elecciones y los que construyen universidades. La pregunta es: ¿qué lado está ganando? Hoy, al menos, la educación nos da un motivo para no rendirnos.

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