El senador panista Ricardo Anaya calificó como fraudulento el proceso de elección judicial llevado a cabo el pasado domingo, al asegurar que el resultado representa un intento del gobierno federal por destruir la independencia del Poder Judicial y someter a los jueces al control de la Cuarta Transformación.
Durante su participación en la sesión de la Comisión Permanente del Congreso, Anaya arremetió contra el proceso, al que calificó como una “farsa” y una “feria vulgar de acordeones”, en alusión a los panfletos distribuidos para guiar el voto de los ciudadanos. “No salvaron a la República: hicieron pedazos al Poder Judicial”, sentenció desde tribuna.
Afirmó que la mayoría de los votantes desconocía a los candidatos y votaron bajo consigna, lo cual, aseguró, demuestra que los perfiles fueron impuestos por el gobierno. Acusó además que el verdadero objetivo de la reforma judicial impulsada por la 4T es “adueñarse de los juzgadores federales”.
En contraste, la presidenta Claudia Sheinbaum calificó la jornada como un “éxito democrático”, destacando que, pese a la baja participación —estimada en apenas 13 %—, se garantizó el derecho al voto en condiciones libres y seguras. Hasta el 4 de junio por la tarde, el INE había computado más del 98 % de las actas correspondientes a la elección de ministras y ministros de la Suprema Corte.
El Instituto Nacional Electoral reportó que 236 distritos concluyeron el conteo, mientras que 64 más seguían pendientes. En el caso del Tribunal de Disciplina Judicial, se había alcanzado el 50.49 % de avance, y apenas un 8.23 % en la elección de magistraturas del Tribunal Electoral.
Las críticas no se han hecho esperar desde sectores de la oposición, mientras organizaciones civiles advierten sobre el debilitamiento institucional del Poder Judicial. La polémica en torno al uso de “acordeones” y la escasa participación anticipan un amplio debate político y legal en los próximos días.
