En menos de una semana, tres hechos trágicos han sacudido a la sociedad chihuahuense: el fallecimiento de dos menores de edad en un accidente vehicular, la muerte de un estudiante universitario a causa de una neumonía derivada del uso de vapeadores, y la pérdida de un médico originario de Delicias, quien realizaba su internado en la ciudad de Monterrey.
El primero de estos lamentables sucesos ocurrió el pasado fin de semana, cuando un grupo de adolescentes menores de edad se accidentó sobre el eje vial Juan Pablo II y el periférico Lombardo Toledano. Las primeras versiones apuntan al exceso de velocidad como posible causa del siniestro. Dos de los jóvenes perdieron la vida en el lugar, marcando un inicio trágico para la semana.
Posteriormente, se reportó la muerte de un alumno de la Universidad Tecnológica de Chihuahua, quien desarrolló una neumonía relacionada con el uso de dispositivos de vapeo. El joven no logró superar las complicaciones respiratorias, lo que ha reavivado la preocupación sobre los riesgos del consumo de estos productos entre adolescentes y jóvenes adultos.
El tercer caso fue confirmado por autoridades médicas locales: un médico oriundo del municipio de Delicias, quien realizaba su servicio social en Monterrey, falleció de manera inesperada y trágica. La noticia causó consternación en la comunidad médica y en su ciudad natal, donde era ampliamente estimado.
Ante este contexto de dolor y conmoción colectiva, el psicólogo, terapeuta clínico y especialista en salud emocional Alonso Rojo, hizo un llamado a la sociedad a no minimizar el impacto emocional de este tipo de pérdidas. En entrevista para La Norteñita de MegaRadio, señaló que el duelo es un proceso natural pero complejo, que requiere atención y, en muchos casos, acompañamiento profesional.
Explicó que el duelo puede manifestarse con síntomas como tristeza prolongada, insomnio, irritabilidad, pérdida de apetito, dificultad para concentrarse o sentimientos de culpa. Cuando estas señales se extienden por más de dos semanas, detalló, es momento de acudir con un especialista para evitar que el duelo se transforme en una depresión o en un trastorno emocional más profundo.
El terapeuta puntualizó que no todos los duelos se viven igual. Existen factores que influyen en su intensidad, como el tipo de vínculo con la persona fallecida o la forma en que ocurrió la muerte. Las pérdidas inesperadas, como las derivadas de un accidente o enfermedad repentina, tienden a generar un impacto emocional más severo, por lo que el proceso de recuperación puede ser más complejo.
Finalmente, Alonso Rojo invitó a los chihuahuenses a reconocer la necesidad de ayuda y a no temer acudir a terapia. “No se trata de olvidar, sino de aprender a vivir con la pérdida”, afirmó. Reiteró que el acompañamiento psicológico puede marcar la diferencia entre un duelo sano y uno que se complique, afectando la salud emocional y funcionalidad de la persona.