El reloj marcaba las 9:42 de la noche del jueves 5 de junio cuando una llamada de auxilio activó los protocolos de emergencia de la Dirección de Seguridad Pública Municipal. En cuestión de minutos, dos elementos patrulleros, Jesús Miguel Gándara Reyes y Alonso Delgado de la Torre, llegaron al lugar señalado: una tienda Oxxo, donde dos hombres intentaban perpetrar un robo a mano armada.
La escena era crítica, un cajero atrapado y amagado con los sospechosos con un arma de fuego en mano. Pero gracias a una respuesta rápida, una coordinación efectiva y el estricto apego a los protocolos de seguridad, los oficiales lograron controlar la situación sin disparar un solo tiro y detuvieron a los presuntos asaltantes.
“En ese momento, la adrenalina sube, pero no puedes dejar que te controle. Tienes que pensar, respirar y actuar con frialdad. Hay vidas en juego”, relató Jesús Miguel Gándara Reyes en entrevista exclusiva en una entrevista con el periodista, Roberto Álvarez en noticieros de La Norteñita
Junto con Alonso Delgado, los agentes coincidieron en que, más allá de la acción policial, su labor implica una gran responsabilidad emocional y mental. “No solo se trata de detener al delincuente, sino de hacerlo sin poner en riesgo a los inocentes y cuidando nuestras propias vidas. Para eso entrenamos todos los días”, explicó.
Los elementos lograron someter a los sospechosos mediante técnicas de intervención rápida y aseguraron el arma de fuego, además de evitar que se concretara el atraco. La tienda fue evacuada y los detenidos fueron trasladados a las instalaciones correspondientes, donde enfrentan cargos por intento de robo con violencia y portación de arma prohibida.

La valentía de los oficiales no solo evitó pérdidas materiales, sino también una posible tragedia. Detrás del uniforme, hay seres humanos que, como ellos mismos reconocen, también sienten miedo, tensión y presión. Sin embargo, están entrenados para que la razón y el deber prevalezcan sobre el impulso.
Gracias a una rápida respuesta, coordinación efectiva y protocolos bien ejecutados, elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal lograron frustrar un intento de asalto a una tienda Oxxo el jueves, logrando la detención de dos hombres que presuntamente intentaban cometer el robo portando un arma de fuego.

Jesús Miguel Gándara Reyes, recordó que los hechos, ocurrieron alrededor de las 9:42 de la noche, cuando se activó la alarma silenciosa del establecimiento ubicado sobre la calle Colegio Militar, frente al Tecnológico de Monterrey. El oficial Jesús Miguel Gándara se encontraba a tan solo unas cuadras del lugar cuando recibió la alerta a través del sistema de geolocalización en su dispositivo de servicio. En cuestión de dos minutos, arribó a la tienda.
“Vi a dos personas del sexo masculino dentro del local, con actitud sospechosa, aparentando ser clientes”, relató el oficial. “Entré con la mano sobre el arma, como dicta el protocolo, anticipando cualquier posible agresión”.
Al ingresar, el policía fue recibido por el trabajador del establecimiento, quien inicialmente negó que ocurriera algo anormal. Sin embargo, una de las empleados, visiblemente nervioso, señaló discretamente a los dos sujetos. “Eso fue suficiente para confirmar mis sospechas. Les pedí a las empleadas que se hicieran a un lado y ordené a los sospechosos que se voltearan”, explicó el agente Gándara.
Uno de los presuntos delincuentes intentó llevarse la mano a la cintura, donde el oficial ya había observado lo que parecía ser un arma. Fue entonces que desenfundó la suya, apuntó a ambos sujetos y emitió comandos verbales claros y contundentes: “¡Alto! ¡Manos arriba! ¡No se muevan!”.
En ese momento, el segundo oficial en llegar, Alonso Delgado de la Torre, se unió a la intervención. Él también había recibido la alerta por medio del sistema tablet que portan las unidades municipales. “Escuché por la radio que mi compañero ya estaba en el lugar y reportaba la presencia de dos masculinos armados. De inmediato supe que era una situación crítica y que teníamos que actuar con precisión y sangre fría”, narró.
Delgado destacó que, pese a la tensión y el riesgo, ambos elementos actuaron con profesionalismo y contención. “Lo más importante en esos momentos es el control de las emociones. No es sencillo enfrentarte a dos personas con un arma de fuego, pero gracias al entrenamiento y a la comunicación entre compañeros, se logró reducir a los sujetos sin necesidad de disparar”.
Una vez asegurados, los hombres fueron puestos en el suelo y esposados. El arma fue localizada entre sus pertenencias, lo que confirmó las sospechas del intento de robo. Según los oficiales, su intervención evitó un asalto que pudo haber escalado a una situación violenta.
Este tipo de acciones, señalaron los mandos, reflejan la importancia de las herramientas tecnológicas, la capacitación constante de los elementos y la coordinación inmediata para prevenir delitos y proteger a la ciudadanía.