La presidenta Claudia Sheinbaum calificó como “injustificable” la quema de oficinas del SNTE en la Ciudad de México, atribuida a integrantes de la CETEG, y advirtió que acciones como esta podrían debilitar el respaldo social a las demandas del magisterio disidente.
Desde Palacio Nacional, Sheinbaum rechazó la violencia como método de protesta y pidió asumir responsabilidades por los hechos, que también incluyeron intentos por impedir su conferencia matutina, agresiones a reporteros y plantones en el Centro Histórico.
La mandataria señaló que actos como estos afectan negativamente la percepción ciudadana y restan legitimidad a las causas del movimiento, al calificarlos como “provocaciones” que no abonan al diálogo ni al avance de sus demandas.