Paloma es una perrita rescatada de una gasera ubicada rumbo a Granjas del Valle en Chihuahua. Su vida cambió cuando fue llevada a una estancia veterinaria, esterilizada, vacunada, bañada y preparada para su adopción. Luego de varios años en situación de abandono, finalmente fue adoptada con la esperanza de brindarle una nueva vida. Sin embargo, el mismo día que fue entregada a su nuevo hogar, Paloma se extravió y desde entonces su rescatista no ha dejado de buscarla.
Según relata la mujer que la rescató, quien se dedica al rescate de animales en situación de calle, la perrita fue entregada con la indicación expresa de que no debía salir a la calle, ya que no estaba acostumbrada al uso de correa ni al ambiente urbano. A pesar de ello, fue llevada a una tienda de mascotas y, en un descuido, logró zafarse del collar y escapar. Desde entonces ha sido vista en distintas zonas de la ciudad, pero nunca ha podido ser recuperada.
La última vez que Paloma fue vista fue el jueves anterior a la fecha de este reporte, en la calle principal de la colonia Esperanza, cerca del motel La Loma, en la salida a Cuauhtémoc. Desde entonces no ha habido más reportes de su paradero. Su rescatista ha organizado brigadas de búsqueda todos los días, con jornadas que inician desde las ocho de la mañana hasta la tarde, con el apoyo de amistades y otros voluntarios, incluso utilizando un dron. También ha colocado lonas, carteles y repartido croquetas y agua en distintos puntos estratégicos para atraerla.
Paloma tiene características únicas: es de color blanco, pero tras semanas en la calle su pelaje luce sucio y amarillento. Tiene una mancha negra en la cola, las puntas de las orejas oscuras y marcas negras en forma de piquitos sobre las cejas. Cuando se perdió, llevaba un collar con placa, pero lo perdió al zafarse durante su escape.
Su rescatista, quien ha trabajado durante años salvando perros de las calles, relata con profunda tristeza y culpa la experiencia: “Perdí su confianza al entregarla en adopción, no debí. No dejo de pensar que cada día que no la publico, pierdo una oportunidad de encontrarla. Rezo por ella todos los días”, afirma entre lágrimas.
Durante la búsqueda, han recorrido zonas como UVM, Vivanza, colonia Rosario, Los Pinos, Soteña, Plaza La Sierra, Los Llorones, complejo Bafar, gasolineras, fraccionamientos privados y muchas más. En una ocasión, incluso recibieron reportes de que Paloma estuvo siendo perseguida por otros perros en situación de calle, lo que agrava su estado emocional y la hace más difícil de atrapar.
Se pide a la ciudadanía que, en caso de verla, no intente atraparla ni corretearla. Solo se le debe ofrecer agua, salchichas o comida húmeda, y reportar su ubicación al número 614 276 57 64. “Ella me conoce, tal vez si llego yo o el veterinario que la atendió, podamos hacer que se acerque sin asustarse”, explica su rescatista.
Paloma representa para su rescatista más que una perrita perdida: es una responsabilidad que no quiere abandonar, una vida que ya fue rescatada una vez y que espera volver a salvar. “No quiero rendirme. No puedo. Hay muchas personas que no usan redes sociales, por eso quiero llegar a donde sea necesario para que alguien la vea y me avise. Solo necesito una pista para poder ir por ella. No voy a dejar de buscarla”.
📲 Si la ves, llama de inmediato al 614 276 57 64. Con Alma Durán. Se ofrece recompensa.
📌 Última vez vista: Colonia Esperanza, salida a Cuauhtémoc, cerca del motel La Loma.
🦴 Paloma es blanca con mancha negra en la cola y marcas oscuras en orejas y cejas.
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