La alcaldesa Karen Bass declaró estado de emergencia y estableció un toque de queda nocturno en el centro de la ciudad, tras cinco días de manifestaciones contra las redadas migratorias ordenadas por el gobierno federal. La medida, que rige desde las 8:00 p.m. hasta las 6:00 a.m., busca frenar los disturbios que han dejado daños en comercios y edificios públicos.
Detalles de la medida
El toque de queda afecta específicamente el área delimitada por las autopistas 5, 10 y 110, donde se han registrado los mayores incidentes. Las autoridades aclararon que la orden no aplica para residentes, trabajadores esenciales, personas sin hogar ni periodistas acreditados.
Situación en las calles
Mientras miles protestan pacíficamente contra las políticas migratorias, pequeños grupos han generado caos con actos vandálicos. Según reportes oficiales, 23 establecimientos comerciales resultaron dañados y decenas de personas han sido detenidas por saqueos y destrucción de propiedad.
Respuesta federal
El presidente Donald Trump ordenó el despliegue de 4,000 efectivos de la Guardia Nacional y 700 marines en la ciudad, medida que ha sido cuestionada por el gobernador Gavin Newsom, quien la calificó de desproporcionada.
Postura del gobierno local
“Entendemos el dolor de la comunidad, pero no podemos tolerar la violencia”, declaró la alcaldesa Bass, destacando que el toque de queda es una medida temporal para proteger vidas y propiedades. Organizaciones civiles anunciaron que evaluarán acciones legales contra la restricción.
El clima de tensión persiste en la ciudad mientras continúan las negociaciones entre autoridades locales y federales para encontrar una solución al conflicto.