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Heroica ciudad de Chihuahua, Chih. México
lunes 16 de junio del 2025.

Del aire que no se respira a las leyes que ya no protegen

Hay días en que todo parece gritar: “esto no es normal”. Y este jueves, desde Ciudad Juárez hasta el sur de Texas, el grito fue ensordecedor.

Empezamos por lo más básico: el aire. Literal. Porque en Juaritos ya no se puede ni respirar, y no habló de eso porque hasta el aire está hirviendo, mire usted; Las autoridades emitieron una alerta por la pésima calidad del aire, consecuencia de incendios forestales, nubes de polvo, y una contaminación que hemos normalizado. Entre semáforos descompuestos, lote baldío tras lote baldío, excrementos de animales callejeros y la quema de llantas como paisaje de fondo. Las causas están en todos lados, pero las soluciones, bien gracias. Si en 2025 tenemos que preguntarnos si salir a la calle es sano o no, es porque hemos perdido mucho más que control ambiental: hemos perdido dignidad ante los políticos, que los dejamos no hacer nada.

Mientras tanto, en Ciudad Juárez, ahí en las aduanas de los puentes internacionales la Guardia Nacional ha sido acusada de hostigar a conductores de vehículos importados con decreto vigente. Es decir, gente que está cumpliendo la ley, pero que igual es detenida, presionada y cuestionada como si se tratara de criminales. ¿Qué parte de “regularizado” no están entendiendo los elementos federales? ¿Quién los supervisa? El decreto fue promovido por el mismo gobierno federal al cual ellos responden y que ahora parece tolerar su violación por sus propias fuerzas. Una esquizofrenia legal que no solo cansa: enerva.

Y del lado texano, la cosa tampoco pinta bien. El gobernador Greg Abbott desplegó más de 5 mil elementos de la Guardia Nacional para contener las protestas vs. El presidente Trump, en su territorio, alimentadas por tensiones políticas y migratorias que parecen calcadas de este lado del río. La militarización del descontento no es nueva, pero cada vez es más cínica. No se trata de proteger a la gente, sino de intimidarla. No se trata de dialogar, sino de aplastar. Y ahora si que nos agarren confesados, somos la frontera más militarizada del mundo, soldados de uno y del otro lado del río

Epílogo: Guardias nacionales que hostigan en las aduanas de México, soldados que reprimen en Texas, y cielos envenenados que no conocen fronteras. El verdadero “acuerdo comercial” entre ambos países es el de la negligencia compartida. Mientras las instituciones fallan, los pulmones ciudadanos siguen siendo la última barrera contra el colapso.

Porque hoy, el aire es tóxico, la ley es selectiva y la autoridad prefiere los decomisos a las razones. Y en este panorama asfixiante, pareciera que lo más radical que podemos hacer es seguir exigiendo lo obvio: respirar con libertad, circular sin miedo, y protestar sin que nos manden al ejército.

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