WhatsApp, la popular aplicación de mensajería propiedad de Meta, comienza una nueva etapa comercial al anunciar la incorporación de anuncios, suscripciones y canales promocionados, con la promesa de no alterar la experiencia de los chats privados.
Después de años de especulaciones y planes aplazados, Meta ha confirmado que empezará a desplegar nuevas funciones comerciales en WhatsApp, su plataforma de mensajería con más de 2.000 millones de usuarios en todo el mundo. El plan incluye la introducción de anuncios en los “Estados” y los canales, además de la habilitación de suscripciones de pago, lo que marca un giro significativo en el modelo de negocio de una app que hasta ahora se ha caracterizado por su gratuidad y rechazo a la publicidad directa.
Las novedades llegarán de forma gradual a lo largo de los próximos meses, según ha explicado Meta, y se limitarán, al menos por ahora, a la pestaña “Novedades” —una sección independiente de los chats privados donde los usuarios publican actualizaciones temporales similares a las historias de Instagram. Esta pestaña es utilizada diariamente por más de 1.500 millones de personas, según datos de la compañía.
Tres vías de monetización
Meta ha estructurado su estrategia comercial en tres frentes. En primer lugar, se habilitarán suscripciones de pago a canales, permitiendo a medios de comunicación, creadores de contenido, clubes deportivos y empresas ofrecer actualizaciones exclusivas a cambio de una tarifa mensual. Aunque inicialmente WhatsApp no cobrará comisión, en el futuro se plantea retener un 10% de estos ingresos, según reveló Alice Newton Rex, vicepresidenta de producto.
La segunda vía contempla la opción de canales promocionados. Los administradores de canales podrán pagar para mejorar su visibilidad en el directorio, lo que podría traducirse en un mayor número de suscriptores. Ambas estrategias están diseñadas para complementarse y reforzar la presencia de marcas y creadores dentro de la plataforma.
El tercer eje de monetización consiste en la inclusión de anuncios dentro de los Estados de los usuarios. Estos se mostrarán de forma intercalada, al estilo de las Historias de Instagram, permitiendo al usuario interactuar o ignorarlos. Meta afirma que esta nueva función facilitará descubrir negocios e iniciar conversaciones comerciales desde la propia aplicación.
Privacidad y uso de datos
Pese a la introducción de estas novedades, Meta ha insistido en que la privacidad de los usuarios sigue siendo una prioridad. Los mensajes, llamadas y grupos seguirán protegidos por cifrado de extremo a extremo, y la empresa asegura que no compartirá ni venderá números de teléfono a anunciantes ni utilizará contenido de las conversaciones privadas para personalizar la publicidad.
No obstante, Meta sí utilizará información limitada, como la ubicación general, el idioma o los canales seguidos, para personalizar los anuncios. En el caso de usuarios que hayan vinculado WhatsApp a su cuenta de Meta, también se tendrán en cuenta las preferencias de anuncios en Facebook o Instagram.
Un cambio estratégico
La inclusión de publicidad en WhatsApp marca un cambio de rumbo respecto a la filosofía original de la aplicación. Su fundador, Jan Koum, había afirmado en 2014 que la publicidad era “algo muy negativo” para una plataforma centrada en la privacidad. Sin embargo, Koum abandonó la empresa en 2017, y desde entonces Meta ha avanzado lentamente hacia un modelo de monetización más tradicional.
WhatsApp fue adquirida por Meta (entonces Facebook) en 2014 por 19.000 millones de dólares, y aunque ha tenido un enorme impacto global, especialmente en países como India, Brasil o España, sus ingresos han sido modestos en comparación con otras plataformas del grupo. Con estas nuevas medidas, Meta busca finalmente convertir WhatsApp en un pilar rentable dentro de su ecosistema digital.