Un lamentable suceso ha enlutado a la comunidad de San Marcos, en Guerrero, con la trágica muerte de un niño de dos años quien fue arrastrado por la corriente de un río.
El incidente ocurrió mientras la madre del pequeño intentaba cruzar el afluente con él en brazos, evidenciando el peligro que representan las intensas lluvias.
La fuerte corriente, que se vio intensificada por las recientes precipitaciones asociadas al huracán Erick, arrastró tanto a la madre como al menor río abajo.
Este dramático evento pone de manifiesto la magnitud de los fenómenos naturales y los riesgos a los que se expone la población en zonas vulnerables.
Aunque la madre fue rescatada con vida por elementos de Protección Civil, los esfuerzos por localizar al niño de inmediato no tuvieron éxito.
Horas después, el cuerpo del pequeño fue recuperado, confirmando el fatal desenlace que ha conmocionado a la localidad.
Las autoridades municipales han expresado su profundo pesar por la pérdida de esta vida. Han hecho un llamado urgente a los residentes para que extremen precauciones durante la temporada de lluvias, advirtiendo sobre el riesgo de crecidas súbitas en ríos y arroyos.
La tragedia sirve como un doloroso recordatorio de la importancia de seguir las indicaciones de seguridad.
Este incidente se suma a los múltiples desafíos que enfrentan las comunidades costeras y ribereñas durante la temporada de huracanes.
La necesidad de fortalecer la infraestructura y de implementar programas de concientización sobre los peligros de las corrientes de agua se hace más patente ante lamentables pérdidas como esta.