H. Cd. de Chihuahua.- Dos hombres fueron condenados a cadena perpetua el pasado 18 de junio por el asesinato de Froylan Villegas, un niño de 11 años que murió durante un tiroteo en 2023 a las afueras de un estadio de béisbol en Albuquerque, Nuevo México. El ataque también dejó a su prima, Tatiana Villegas, con parálisis.

Los responsables, José Romero y Nathen Garley, ambos de poco más de 20 años, fueron encontrados culpables de asesinato en primer grado, disparos desde un vehículo y manipulación de pruebas. Además de la cadena perpetua, recibieron 46 años adicionales de prisión, lo que garantiza que no podrán obtener libertad.
El crimen ocurrió cuando los atacantes confundieron la camioneta donde viajaba la familia Villegas al salir de un evento deportivo. Los disparos impactaron a los menores que iban en el asiento trasero; la madre y el hermano menor salieron ilesos.
Tras este y otros hechos violentos que involucraron a menores, la gobernadora Michelle Lujan Grisham emitió una orden ejecutiva que restringía temporalmente el porte de armas en parques y espacios públicos. Aunque la medida fue criticada por grupos defensores de la Segunda Enmienda, Grisham defendió su decisión argumentando que “la violencia armada no puede ser normalizada”.
El fiscal Sam Bregman celebró la sentencia como un paso importante para la justicia y reiteró la necesidad de endurecer las políticas sobre armas en el estado. El caso ha reavivado el debate nacional sobre la violencia armada y la seguridad pública en EE.UU.