Una jueza federal ha suspendido indefinidamente las medidas impulsadas por Donald Trump que buscaban impedir que la Universidad de Harvard inscribiera a estudiantes extranjeros.
Esta decisión judicial representa un revés para las políticas migratorias de la administración Trump en el ámbito educativo.
La Universidad de Harvard había presentado un recurso legal contra las medidas de Trump, calificándolas de ilegales e inconstitucionales. La jueza Allison Burroughs había extendido previamente la suspensión de estas disposiciones y ahora ha decidido prolongarla de manera indefinida, lo que otorga una mayor estabilidad a los estudiantes internacionales.
Trump había indicado que su gobierno y la universidad se encontraban en conversaciones que podrían derivar en un acuerdo. Sin embargo, el conflicto surgió debido a la oposición de Harvard a los intentos de la administración Trump de controlar la contratación de personal, el contenido de los programas académicos y las orientaciones de investigación de la institución.
La universidad argumentó que la administración Trump estaba ejerciendo represalias contra los derechos de la Primera Enmienda de Harvard, los cuales garantizan la libertad de expresión.
Esta defensa se convirtió en un punto central de la disputa legal entre la institución académica y el gobierno federal.
Los estudiantes extranjeros representan el 27 por ciento del cuerpo estudiantil de Harvard, lo que los convierte en una fuente significativa de ingresos para la institución. La suspensión indefinida de las medidas de Trump garantiza la continuidad de su inscripción y protege la diversidad académica y financiera de la universidad.
