Con 415 votos a favor y cero en contra, el pleno de la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad una reforma histórica a la
ley general de vida silvestre que prohíbe los espectáculos con delfines, orcas, lobos marinos y otros mamíferos marinos. La medida también prohíbe la existencia de nuevos delfinarios en territorio nacional. La medida fue enviada al Ejecutivo federal para su promulgación y entrada en vigor.
La reforma establece que queda prohibida la posesión y uso de mamíferos marinos con fines de entretenimiento o lucro. Su cautiverio se permitirá únicamente para reproducción con fines de conservación, o cuando se trate de ejemplares rescatados por las autoridades competentes, bajo estricto cumplimiento de regulaciones científicas. El dictamen aprobado señala que ningún ejemplar de mamífero marino puede ser sujeto de aprovechamiento extractivo, con excepción de la captura que tenga por objeto la investigación científica con fines de protección y conservación de dicha especie y población.
Durante la sesión, diversas voces en tribuna celebraron la reforma como un avance jurídico, ético y cultural en la forma en que el estado mexicano se relaciona con el resto de los seres vivos. La diputada Virginia Reyes del partido movimiento ciudadano recordó que durante décadas los mamíferos marinos fueron entrenados bajo coerción, aislados de sus hábitats y utilizados con fines de lucro, lo que normalizó “una forma de crueldad convertida en espectáculo”.
Por su parte, la diputada Ariana del Rocío Rejón del partido revolucionario institucional destacó que esta medida rompe con la lógica de ver a los animales como mercancía. El legislador Carlos Alberto Puente del partido verde ecologista de México subrayó que la reforma culminó un esfuerzo de más de 14 años por parte de su partido. “con esta ley, terminamos con estas cárceles de mamíferos marinos, los llamados delfinarios”, señaló Puente desde la tribuna.
La legislación contempla multas que van desde las 200 hasta las 75 mil veces la unidad de medida y actualización (UMA) para quienes incumplan la normativa. Esto podría representar sanciones económicas superiores a los 8 millones de pesos. La propuesta ya había sido aprobada en el senado de la república el pasado 23 de junio, y su aprobación en la Cámara de Diputados se dio sin cambios de fondo, demostrando un consenso político inusual en favor del bienestar animal. Con esta decisión, México se suma a una creciente tendencia internacional que busca eliminar prácticas de entretenimiento que afectan el bienestar de especies silvestres.