H. Cd. de Chihuahua.- El régimen de Kim Jong-un ve el consumo de cultura surcoreana como una amenaza directa, respondiendo con leyes estrictas, censura y fusilamientos públicos. Aun así, cada vez más jóvenes en Corea del Norte acceden a K-dramas y música pop como forma de escape, según revelaron desertores durante un foro en Seúl organizado por la ONU.
Durante el evento, algunos exiliados compartieron testimonios desgarradores, como el caso de un joven ejecutado por compartir canciones pop y telenovelas, o el arresto de una pareja por ver series. Desertores coinciden en que la pandemia marcó un punto de inflexión, con leyes más duras y controles más agresivos.
A pesar de la represión, los jóvenes continúan mostrando interés por la cultura del Sur. Este fenómeno ha tenido tal impacto que este verano debutarán los primeros grupos de K-pop formados por desertores norcoreanos: 1Verse y Be Boys.
Aunque el régimen refuerza su control ideológico, exiliados como Oh Kwang-myong creen que la llamada generación jangmadang —más crítica y emprendedora— representa una oportunidad de cambio. “El túnel en el que vive Corea del Norte tendrá un final”, dijo Park Dae-hyun, activista norcoreano.