H. Cd de Chihuahua.- Mientras más de 300 cuerpos fueron hallados en condiciones irregulares en un crematorio de Ciudad Juárez, el alcalde de Chihuahua, Marco Bonilla, denunció una omisión sanitaria prolongada y pidió sanciones ejemplares.
Señaló que la empresa operó sin supervisión desde 2020 y urgió a las autoridades a identificar a las víctimas y revisar el desempeño de instancias como Cofepris y Coespris. La tragedia ha puesto en evidencia las debilidades de los mecanismos de fiscalización funeraria en el país.
En paralelo, Bonilla apeló a la espiritualidad como principio de gobierno durante un evento con la organización Fechac, al declarar que “Dios y la vida nos tienen al frente del cargo”. Aunque aclaró que no busca imponer credos, su mensaje refuerza el creciente uso de símbolos religiosos en discursos públicos.