La Cámara de Representantes de Estados Unidos, de mayoría republicana, dio este jueves su aprobación final al plan fiscal que impulsó el presidente Donald Trump. La votación, que se dio con 218 votos a favor y 214 en contra, representó un paso crucial para la ratificación que el mandatario había presionado para que ocurriera este 4 de julio, Día de la Independencia del país.
La votación ajustada tuvo un costo político potencialmente alto, con dos republicanos que se unieron a todos los demócratas en oposición. Tras una primera aprobación en la Cámara Baja el pasado 22 de mayo y el visto bueno del Senado este pasado martes, con el voto de desempate del vicepresidente J.D. Vance, esa normativa, bautizada por el propio Trump como “gran y hermoso proyecto de ley”, recibió finalmente su autorización final.
Los líderes del Partido Republicano trabajaron durante la noche, y el propio presidente presionó a un puñado de escépticos para que abandonaran su oposición. El objetivo fue enviar el proyecto de ley para que él lo firmara y lo convirtiera en ley. El líder demócrata Hakeem Jeffries de Nueva York retrasó la votación al mantener la palabra durante más de ocho horas con un discurso récord en contra del proyecto de ley.
El proyecto de ley busca hacer permanentes las deducciones fiscales que aprobó el presidente en su primer mandato. También contempla importantes recortes presupuestarios que afectarán a programas como Medicaid, además de aumentar las partidas para seguridad fronteriza y defensa. el documento también elimina decenas de incentivos a la energía verde. se calculó que añadiría 3.4 billones de dólares a la deuda nacional, que ascendió a 36.2 billones de dólares.
Los republicanos afirmaron que la ley reducirá los impuestos de los estadounidenses de todos los niveles de renta y estimulará el crecimiento económico. por su parte, todos los demócratas del congreso votaron en contra, denunciando el proyecto como un regalo a los ricos que dejaría sin seguro a millones de personas.
El plan prevé incrementos presupuestarios para seguridad y control fronterizo. Las estimaciones hablan de unos 175 mil millones de dólares más en cuatro años, destinados a construir nuevos centros de detención o muros y otras barreras. también se invertiría en nuevas tecnologías de vigilancia e incrementos de personal para asegurar la divisoria con México y detener a indocumentados. el sector de defensa también será beneficiado con unos 150 mil millones de dólares extra, presupuestados para el próximo ejercicio.
Una sexta parte de ese monto, unos 25 mil millones de dólares, irían destinados a un escudo antimisiles, la bautizada por el mandatario como “Cúpula Dorada”. este proyecto, sin embargo, fue duramente criticado por los expertos debido a su viabilidad real y al hecho de que fomentaría una nueva carrera armamentista, con países como China o Rusia optando por ampliar arsenales para tener capacidad potencial de penetrar este nuevo escudo.
El expresidente Joe Biden criticó la reforma fiscal aprobada en la Cámara Baja y consideró que la clase trabajadora “merecía algo mejor”. Él dijo que “el proyecto de ley presupuestaria republicano no solo es imprudente, sino también cruel. recorta drásticamente Medicaid y priva de atención médica a millones de estadounidenses”. Biden también mencionó recortes a la asistencia alimentaria para veteranos y adultos mayores, aumentos en las facturas de energía, y la posibilidad de recortes en Medicare, a la vez que aumenta el déficit en 4 billones de dólares, todo para otorgar exenciones fiscales a los multimillonarios.