H. Cd. de Chihuahua.- Un incidente poco común ocurrió el 2 de julio de 2025 en Raleigh, Carolina del Norte, cuando un fragmento del ala de un avión comercial fue encontrado en la entrada de una casa poco después del aterrizaje. Se trataba de una parte del flap del ala izquierda de un Boeing 737-900 de Delta Air Lines, vuelo 3247, que cubría la ruta entre Atlanta y Raleigh-Durham con 109 pasajeros y seis tripulantes a bordo.
Aunque el avión aterrizó con normalidad y sin contratiempos visibles, la aerolínea descubrió la ausencia de la pieza tras una inspección de rutina. Fue un residente local quien encontró el fragmento bloqueando su entrada y reportó el hecho a las autoridades.
La Administración Federal de Aviación (FAA) ha iniciado una investigación para esclarecer las causas del desprendimiento, mientras Delta revisa el historial de mantenimiento del avión. El fabricante y otros expertos analizan si hubo fallas estructurales, errores en el mantenimiento o desgaste operativo.
A pesar del incidente, nadie resultó herido, y Delta reafirmó su compromiso con la seguridad aérea. La empresa cuenta con una flota cercana a los mil aviones y ha sido reconocida como una de las aerolíneas más seguras de EE. UU.
