
H. Cd de Chihuahua.-En San Pedro Huamelula, Oaxaca, se lleva a cabo cada año un ritual con más de dos siglos de historia: el alcalde del municipio se casa simbólicamente con un caimán hembra, en una ceremonia que simboliza la unión entre dos culturas indígenas —los Chontal y los Huave— y que busca atraer paz, prosperidad y abundancia para la comunidad.
Vestida con un traje de novia blanco, la caimán recorre las calles del pueblo en compañía de música, baile y festividad, visitando los hogares mientras los habitantes celebran con alegría. Como parte del ritual, Gutiérrez sella la unión con un beso simbólico, que representa su compromiso con la tradición y su pueblo.
El ritual tiene su origen en una leyenda ancestral: una boda entre un rey chontal y una princesa huave que puso fin a un antiguo conflicto entre ambos pueblos. Hoy, esa unión se revive año con año como un recordatorio de armonía entre comunidades.
“Para nosotros, es una manera de pedir a la madre tierra y al creador que nos bendigan con buenas cosechas, pesca abundante y bienestar para toda la región”, explicó Luis Manuel López, vecino de la comunidad.