H. Cd de Chihuahua.- Sectores como la construcción, el trabajo doméstico y la agricultura han dependido del esfuerzo de miles de trabajadores migrantes, conocidos como jornaleros, quienes suelen esperar ser contratados en esquinas, paradas de autobús o estacionamientos de comercios.
Sin embargo, la presencia creciente de policías y agentes migratorios ha provocado que muchos de ellos dejen de acudir a estos puntos tradicionales de contratación, ante el temor de redadas y deportaciones.
La presión se intensificó tras órdenes del entonces asesor de la Casa Blanca, Stephen Miller, bajo la administración de Donald Trump, quien impulsó cuotas de detención diarias e identificó como objetivos específicos a los jornaleros que buscan empleo en cadenas como Home Depot y 7-Eleven.
Aunque la visibilidad en espacios públicos los hace más vulnerables, muchos de estos trabajadores no tienen otra opción.
En respuesta a estas acciones, se han registrado protestas en varias ciudades. En East Windsor, Nueva Jersey, por ejemplo, residentes ingresaron a un Home Depot con pancartas que decían “ICE fuera de Home Depot”, exigiendo a la empresa que deje de colaborar con las autoridades migratorias.
