Una oficial de policía resultó herida tras un tiroteo que se registró frente al centro de detención Prairieland, operado por Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Alvarado, Texas. El incidente, reportado en torno a las 23:00 horas del 4 de julio, dejó varios sospechosos bajo custodia y una serie de interrogantes sobre los motivos del ataque.
De acuerdo con un comunicado de la Oficina del Sheriff del Condado de Johnson, los hechos comenzaron cuando agentes del Departamento de Policía de Alvarado atendieron una llamada sobre una “persona sospechosa” frente al complejo. El sitio se ubicó a unos 45 kilómetros al sur de Fort Worth, en la cuadra 1200 de Sunflower Lane.
Según la policía local, al intentar los agentes entablar contacto, varios individuos abrieron fuego. Una de las balas impactó a un oficial en el cuello. La víctima se trasladó en helicóptero a un hospital de Fort Worth, recibió atención y ya fue dada de alta, confirmaron las autoridades.
Tras el ataque, un número no determinado de personas intentó huir. Sin embargo, los oficiales lograron detener a varios sospechosos armados. “en este momento, los motivos de los sospechosos no están claros“, señaló la oficina del sheriff en su comunicado.
Fuentes federales informaron que ocho personas fueron arrestadas, algunas vestidas con chalecos antibalas. Los reportes indicaron la llegada de más de una docena de individuos enmascarados y vestidos de negro al centro de detención poco antes del tiroteo. ellos vandalizaron vehículos y cámaras de seguridad en el estacionamiento del lugar.
“Estos sujetos lanzaron fuegos artificiales, aparentemente para atraer a la policía”, declaró una fuente vinculada a las investigaciones. La policía local, junto con la Oficina del Sheriff, los Texas Rangers y autoridades federales, intervinieron en la detención de los sospechosos.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos expresó su preocupación ante estos hechos. El subprocurador general Todd Blanche sostuvo que “el Departamento tiene tolerancia cero frente a los ataques contra oficiales federales o propiedades, y aplicará todo el peso de la ley contra los responsables”.
La secretaria del DHS, Kristi Noem, destacó la peligrosidad actual para los agentes federales y advirtió: “nuestros oficiales enfrentan un incremento cercano al 700% en los ataques en su contra. si usted obstruye o agrede a nuestros agentes, será buscado y enjuiciado con el mayor rigor de la ley”. Hasta el momento, las investigaciones sobre el tiroteo y los motivos detrás del ataque armado al centro Prairieland siguen abiertas. las autoridades federales y locales mantuvieron vigilancia sobre los centros de detención y analizaron posibles conexiones entre incidentes reportados en distintas ciudades de Estados Unidos.

