Ciudad de México – Conocida como ‘La Mataviejitas’, Juana Barraza Samperio dejó una huella imborrable en la historia del crimen en México. Sus crímenes —el asesinato de al menos diecisiete mujeres de la tercera edad en la Ciudad de México— la sentenciaron a setecientos cincuenta y nueve años de prisión, la cual representa además la condena más extensa en la historia judicial mexicana.
Antes de convertirse en un nombre infame, Barraza fue luchadora libre, y con el tiempo su historia comenzó a formar parte del imaginario colectivo, rodeada de rumores, morbo y leyendas urbanas. El modus operandi con el que elegía y atacaba a sus víctimas, así como su perfil como mujer, madre y atleta, rompieron todos los estereotipos. Incluso hoy, su presencia en el penal de Santa Martha Acatitla impone respeto: las demás internas la evitan, temiendo no solo a su pasado, sino al aura oscura que aún la rodea.
Hace poco, una exinterna del penal compartió en su cuenta de Instagram una fotografía nunca antes vista, en respuesta a un seguidor que le preguntó si le daba miedo convivir con Juana Barraza Samperio. A partir de esa pregunta, la mujer reveló cómo fue su experiencia compartiendo espacio con “La Mataviejitas” durante su estancia en prisión.
Fernanda, una exreclusa conocida en Instagram como @reasdeturquesa, quien estuvo privada de la libertad en el penal de Santa Martha Acatitla —el mismo donde actualmente cumple condena Juana Barraza Samperio—, suele responder preguntas de sus seguidores en sus historias. En una de esas dinámicas, alguien le preguntó específicamente por su experiencia conviviendo con la famosa asesina serial. La pregunta fue directa: “¿Juana, la que mataba ancianas, da miedo?”, a lo que Fernanda contestó basándose en su interacción personal con La Mataviejitas durante el tiempo que compartieron espacio en prisión.
Fernanda relató que “Juana impone, es altísima, mide uno punto ochenta y cinco y es fornida. Ella es el ejemplo que no nació siendo mala, ella mataba a las abuelitas porque en cada señora ella mataba el recuerdo de su abuelita, la cual la vendió con un señor por unas latas de cerveza y ese señor abusó de Juana y ella queda embarazada.” Fernanda agregó que “ella empieza a desarrollar más ese odio cuando muere su primer hijo y como ella trabajaba con señoras que la trataban mal, pues peor aún. Es cuando se empieza a desquitar y a matar a las abuelitas. Ella cocina muy rico, tiene su puesto en el penal, yo le compraba comida y la saludaba. Miedo no me daba, sí imponía, pero hasta ahí. Es muy triste e interesante su historia y cómo se volvió una asesina serial”, ofreciendo una perspectiva sobre la psicología detrás de los crímenes.
Una imagen nunca antes vista del bautizo de ‘La Mataviejitas’. A través de sus historias en Instagram, la usuaria @reasdeturquesa, quien estuvo recluida en Santa Martha Acatitla, compartió una fotografía inédita que capturó un momento inesperado: el bautizo de Juana Barraza Samperio dentro del penal. Según explicó la exinterna, la ceremonia estaba relacionada con prácticas de la religión cristiana, y acompañó la imagen con el mensaje: “Y miren estas fotos del bautizo de Juana Barraza, creo que eso del bautizo es algo que hacen en la religión cristiana”.
En la fotografía se distingue a Barraza en cuclillas, sonriente, apoyando una mano en el hombro de un hombre, rodeada por más de una decena de mujeres, la mayoría vestidas con uniformes azul marino. También aparecen cinco hombres, todos posando juntos para la cámara en lo que parece haber sido una celebración religiosa al interior del reclusorio, mostrando un lado poco conocido de la asesina serial. Juana Barraza, conocida como La Mataviejitas, cumple una condena de más de quinientos años por el asesinato de diecisiete mujeres de la tercera edad. A pesar de haber intentado apelar su sentencia en distintas ocasiones, hasta ahora sus esfuerzos no han tenido éxito, manteniendo su condena como una de las más largas en la historia judicial mexicana.
