H. Cd de Chihuahua.- En Venezuela, el gobierno de Nicolás Maduro ha intensificado la represión, ahora también contra economistas, analistas financieros y académicos que publican cifras económicas contrarias al discurso oficial. Desde inicios de 2025, más de 20 profesionales han sido perseguidos por divulgar datos sobre inflación, tipo de cambio o producción nacional.
El Banco Central ha dejado de publicar información oficial, y organismos independientes han suspendido sus reportes ante el temor a represalias. El régimen acusa a los economistas críticos de “sabotaje financiero”, mientras impone una política de opacidad que impide a la población conocer la magnitud real de la crisis económica.
Esta censura económica refuerza el control social en Venezuela, donde hablar de la realidad financiera del país se ha convertido en un acto de resistencia.
