Washington, D.C., Estados Unidos – El senador estadounidense Ted Cruz ha advertido que los cárteles mexicanos han superado a las agencias del orden de Estados Unidos en capacidad operativa con drones. Según Cruz, estos grupos criminales están utilizando drones para traficar drogas y armamento en la frontera sur con México, lo que representa una creciente amenaza a la seguridad nacional.
El senador republicano por Texas enfatizó que los drones han evolucionado de simples herramientas de vigilancia o transporte a “un arma” y un “sistema de entrega del terror”. Durante su intervención el veintidós de julio en el Comité de Asuntos Judiciales del Senado de Estados Unidos, Cruz detalló cómo los cárteles han sofisticado el uso de estos dispositivos.
Mencionó que operan flotas de drones para contrabandear fentanilo, coordinar cruces ilegales y bloquear la vigilancia estadounidense. Además, han formado unidades especializadas de drones, han arrojado bombas en suelo mexicano y han desplegado bloqueadores de señales, mostrando una alarmante capacidad de adaptación. Cruz subrayó que los drones no solo se usan para el tráfico de drogas, sino también para espiar, atacar civiles, asesinar líderes, chocar con aviones y destruir edificios, considerándolos “el rostro moderno de la guerra” y una “amenaza inmediata para nuestra seguridad nacional”.
El senador señaló que estos dispositivos permiten transportar armas, teléfonos y drogas al interior de Estados Unidos, incluso hasta prisiones federales. Afirmó que “los drones actualmente están superando a nuestras fuerzas del orden en todos los frentes”, lo que subraya una preocupante brecha tecnológica. Ante la gravedad de la situación, Cruz hizo un llamado urgente al Congreso, advirtiendo que la falta de acción tendrá consecuencias graves, como vidas perdidas, drogas distribuidas y ataques horrorosos.
Steven Willoughby, jefe del programa anti-drones del Departamento de Seguridad Nacional, respaldó estas preocupaciones, indicando que es solo cuestión de tiempo antes de que los estadounidenses o las fuerzas del orden sean blanco de ataques en la zona fronteriza. Willoughby reveló que en los últimos seis meses de dos mil veinticuatro se detectaron más de veintisiete mil drones a menos de quinientos metros de la frontera sur, la mayoría volando por encima de la altura permitida.
Explicó que las organizaciones criminales transnacionales usan drones casi a diario para transportar narcóticos y contrabando, así como para vigilar hostilmente a las fuerzas del orden, confirmando la magnitud del problema.