Un juez del Tribunal Superior de Justicia dictó una sentencia de 9 años y medio de prisión en contra de Javier Arturo R.B., de 36 años, hallado culpable de los delitos de violencia familiar y lesiones agravadas, luego de que su expareja lo denunciara por mantenerla retenida y torturarla durante siete días consecutivos.
La lectura de sentencia se llevó a cabo en las instalaciones del Centro de Reinserción Social (Cereso), donde el acusado permanece recluido desde 2023, cuando fue aprehendido tras las agresiones.
De acuerdo con la investigación de la Fiscalía Especializada en Atención a Mujeres Víctimas del Delito por Razones de Género y la Familia (FEM), durante una semana el agresor fracturó el dedo meñique y la nariz de la víctima con unas pinzas, la lastimó en zonas erógenas, le realizó múltiples cortadas con un cúter desde la cabeza hasta los pies, la quemó con agua caliente y la mantuvo sin alimento, sin agua y sin acceso al baño.
La FEM manifestó su inconformidad con el fallo, ya que el tribunal desestimó los delitos de feminicidio en grado de tentativa y violación en grado de tentativa, los cuales fueron formulados inicialmente junto con los de secuestro, violencia familiar y lesiones. Por ello, la dependencia cuenta con un plazo de 10 días hábiles para interponer un recurso de apelación.
El juez Agustín Saláis Ortiz, quien encabezó las audiencias desde septiembre de 2023, justificó la exclusión de los delitos más graves con el argumento de que “si Javier Arturo la hubiera querido matar, lo habría hecho”, decisión que ha generado controversia entre colectivos de defensa de los derechos de las mujeres.
