Australia – El cantante británico Paul Mario Day, reconocido por haber sido el primer vocalista de la banda de heavy metal Iron Maiden, falleció a los sesenta y nueve años en su residencia en Australia, tras enfrentar una enfermedad oncológica. La noticia fue confirmada por Andy Scott, guitarrista del grupo Sweet, banda con la que Day también colaboró durante los años ochenta.
“Un día triste para todos los fans de Sweet. La voz de Paul en Live at the Marquee ha resistido el paso del tiempo”, expresó Scott a través de un comunicado, en el que también ofreció condolencias a la esposa del cantante, Cecily, así como a su familia y allegados.
Paul Mario Day nació en Inglaterra en mil novecientos cincuenta y seis. Su lugar en la historia del rock quedó definido en mil novecientos setenta y cinco, cuando se convirtió en el primer vocalista de Iron Maiden, banda fundada ese mismo año por el bajista Steve Harris en el East End de Londres. Harris buscaba fusionar la energía del punk con la potencia del hard rock, inspirado en grupos como Deep Purple y Wishbone Ash.
El grupo comenzó a presentarse en pequeños bares y pubs, entre ellos el legendario Cart & Horses, que sería considerado años más tarde la “cuna de Maiden”. Aunque su permanencia en la banda fue breve —salió en octubre de mil novecientos setenta y seis—, Day participó en los ensayos y primeros conciertos que definieron el estilo inicial del grupo. Su voz quedó registrada en grabaciones caseras y presentaciones que más tarde serían consideradas parte del archivo histórico del heavy metal británico.
Tras su salida, la banda atravesó distintos cambios de alineación hasta consolidarse con Paul Di’Anno, quien grabó los discos Iron Maiden (1980) y Killers (1981), álbumes que posicionaron a la agrupación como una de las más representativas de la llamada New Wave of British Heavy Metal (NWOBHM). En mil novecientos ochenta y dos, la incorporación del vocalista Bruce Dickinson marcó el inicio de la etapa más reconocida de Iron Maiden. Con el álbum The Number of the Beast, la banda se consolidó a nivel internacional con temas como “Run to the Hills” y “Hallowed Be Thy Name”. A este le siguieron trabajos emblemáticos como Piece of Mind (1983) y Powerslave (1984), así como la extensa gira World Slavery Tour, que reforzó la imagen del grupo como uno de los máximos exponentes del género. Elementos visuales como la figura de Eddie, su icónica mascota, se convirtieron en parte integral de su identidad escénica.
Durante la década de los noventa, Iron Maiden vivió una etapa de transición: Dickinson dejó el grupo en mil novecientos noventa y tres y fue sustituido por Blaze Bayley. La banda grabó dos discos con él, The X Factor (1995) y Virtual XI (1998), los cuales recibieron una respuesta desigual por parte del público. En mil novecientos noventa y nueve, tanto Dickinson como el guitarrista Adrian Smith regresaron al grupo, revitalizando su propuesta con el álbum Brave New World (2000). Desde entonces, Iron Maiden ha mantenido una actividad constante, con producciones como The Book of Souls (2015) y Senjutsu (2021), y giras mundiales de gran escala. Actualmente, con más de cien millones de discos vendidos, la banda es considerada una leyenda viva del heavy metal.
Paralelamente, Paul Mario Day desarrolló una carrera musical activa en otros frentes. Tras su salida de Maiden, se unió a bandas como More y Wildfire, con las que mantuvo presencia en el circuito británico del metal. En mil novecientos ochenta y cinco, fue convocado por Andy Scott y Mick Tucker para integrarse como vocalista de una nueva versión de la banda Sweet. El grupo debutó en Australia con una serie de conciertos exitosos y posteriormente realizó presentaciones en Europa, incluyendo tres noches consecutivas en el Marquee Club de Londres, de las cuales surgió el disco en vivo Live at the Marquee.
En mil novecientos ochenta y seis, Day se trasladó definitivamente a Australia, donde residió hasta el final de su vida. En ese país continuó su trayectoria musical con presentaciones locales y colaboraciones independientes. Aunque su trabajo posterior no alcanzó el mismo nivel de visibilidad, su voz y estilo se mantuvieron presentes en distintos proyectos musicales. En mayo de dos mil veinticuatro, el pub Cart & Horses informó que Day se encontraba en cuidados paliativos debido a un cáncer terminal. La administración del lugar invitó a los seguidores del cantante a enviar mensajes de apoyo, cartas o recuerdos, como una forma de acompañarlo en sus últimos días. La noticia generó una reacción positiva entre los seguidores del metal clásico, quienes recordaron su papel como figura fundacional de una de las bandas más influyentes del género.
En julio, semanas antes de su fallecimiento, Paul Mario Day publicó la canción “Unwanted Guest”, una composición escrita y grabada durante su enfermedad. El tema fue difundido en plataformas digitales y recibido como una despedida artística. En la letra, el músico reflexiona sobre la enfermedad, el tiempo y la trascendencia, sin perder el tono combativo que lo caracterizaba. Medios como MetalTalk y Metal Devastation Radio calificaron el tema como un “legado digno y valiente”. Aunque su nombre no figura en los discos más reconocidos de Iron Maiden, el papel de Paul Mario Day como primer vocalista y testigo del nacimiento de la banda es hoy reconocido por historiadores, músicos y seguidores. Su contribución, aunque limitada en el tiempo, fue esencial en la construcción del estilo que luego llevaría al grupo al éxito global. Con su fallecimiento, se cierra una etapa discreta pero significativa del heavy metal británico. Paul Mario Day, con su voz y convicción, ayudó a dar forma a un movimiento que aún hoy sigue convocando multitudes. Su legado persiste en cada riff, cada escenario y cada historia que recuerda el origen de una leyenda.
