Los Ángeles, California – Gilbert Arenas, exestrella de la NBA y figura de los Washington Wizards, fue arrestado en California junto con otras cinco personas por su presunta participación en una red de póker ilegal operada desde su mansión en Encino, al norte de Los Ángeles. De acuerdo con la acusación formal, Arenas alquiló una lujosa propiedad con el fin de realizar partidas de “alto riesgo” entre septiembre de dos mil veintiuno y julio de dos mil veintidós.
Las autoridades detallaron que los eventos incluían no solo a jugadores, sino también a mujeres jóvenes que ofrecían bebidas, masajes y compañía, además de otros servicios. La operación estaba completamente estructurada, con chefs, guardias armados, valet parking y camareras que debían compartir sus propinas con los organizadores, lo que demuestra una red compleja de actividades.
Entre los detenidos también se encuentra Yevgeni Gershman, de cuarenta y nueve años, señalado como presunto miembro del crimen organizado israelí. Otro de los involucrados, Arthur Kats, habría sido el encargado de preparar el lugar, reclutar personal y actuar como intermediario entre Arenas y el resto de la operación, lo que sugiere una estructura jerárquica en la red ilegal.
Las partidas eran del tipo “Pot Limit Omaha”, y los organizadores cobraban comisiones por bote o por mano. Además, según la acusación, las ganancias eran canalizadas mediante alquileres y pagos que aparentaban legalidad, pero que en realidad sostenían el negocio clandestino, buscando disimular la ilicitud de las operaciones.
La evidencia presentada incluye mensajes de texto entre Arenas y Kats en los que se discute la logística de las partidas. En uno de ellos, fechado en noviembre de dos mil veintiuno, Arenas compartió una fotografía de una mesa de juego con el logotipo “ARENAS POKER CLUB” y una silueta con su dorsal, una clara alusión a su imagen como jugador profesional y un indicio clave en la investigación.
El exbasquetbolista enfrenta tres cargos: conspiración para operar un negocio de apuestas ilegal, operación del mismo y declaraciones falsas a investigadores federales. De ser hallado culpable, podría recibir hasta cinco años de prisión por cada delito, lo que implicaría una condena considerable. Este nuevo escándalo se suma al episodio de dos mil nueve, cuando fue suspendido por la NBA tras portar un arma en el vestidor de los Wizards durante una disputa relacionada, irónicamente, con una partida de cartas. Desde su retiro en dos mil doce, Arenas ha tenido apariciones esporádicas en medios, pero hoy su nombre vuelve a los titulares por motivos muy distintos a su desempeño en la duela.