Ciudad de México – Asombro y caras de incredulidad provocó la llamada “Lady Racista”, quien saltó a la fama en redes sociales al ser exhibida insultando con palabras clasistas y racistas a un policía de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México. Ahora, en su última audiencia, Ximena N., de origen argentino, parecía otra persona, e incluso pidió poder acercarse al uniformado para darle la mano.
El periodista Carlos Jiménez publicó en sus redes sociales el cambio de la “lady”, que pasó de altanera a arrepentida. “Me puedo acercar a ustedes para darles la mano y brindarles mi disculpa… ¿de corazón?” es lo que dice la mujer, dirigiéndose al policía Carlos N. y al parecer a su abogada defensora.
Después de un segundo y tras consultar con el ofendido, la impartidora de justicia le dijo: “No, no, solamente ofrezca disculpas”. Ximena N. entonces respondió: “Bueno, pues les ofrezco mis disculpas y que de verdad me puedan perdonar”, aceptando la restricción de la juez. La misma fuente añadió que al parecer Ximena Pichel ya no es agresiva, grosera o altanera, y que en redes sociales esperan que esa actitud sea honesta y no solo apariencia para ya no recibir más hate entre los internautas.
Durante su última audiencia, la ahora imputada por el delito de discriminación se dirigió con otra actitud al agente Carlos, el mismo a quien llamó “naco” y “negro” en un video que se viralizó por la crudeza de sus palabras. Como se sabe, por orden de un juez, la mujer continuará su proceso en libertad.
El castigo que se le impuso incluye: pagar una reparación del daño por noventa y siete mil pesos, asistir a pláticas de sensibilización en temas de discriminación, realizar servicio social, no salir del país, y no volver a frecuentar la colonia Condesa, entre otras restricciones. Los comentarios en redes sociales reflejaron el escepticismo y la indignación de muchos usuarios: “Sinceramente todo extranjero se debe expulsar del país, me da igual que algunos se adapten y sean civilizados”, “Jajajaja el colmo de la falsedad, así eran mis disculpas cuando mi mamá me obligaba, porque si no me iba peor en la casa, yo pidiendo disculpas llenas de hipocresía pero por dentro re montando madres. Esto es mi México adorado”, “Ni perdón, ni olvido”, “Que la deporten y punto”, “Un claro ejemplo de que las personas solo se portan bien cuando les conviene”.
