¡Ya estamos hartos!
Otra vez, la violencia absurda y cobarde nos sacude. El caso de Jesús Alejandro, un joven brutalmente atacado con gasolina y fuego, nos duele, pero también nos confronta: la violencia emocional, los “escarmientos” y el machismo siguen encontrando espacio para actuar impunemente.
¡Ya estamos hartos!
¿Hasta cuándo vamos a permitir que los celos y las heridas emocionales se conviertan en armas para destruir vidas? Que alguien pueda planear y ejecutar un ataque como el que sufrió Jesús Alejandro.
La Fiscalía ya investiga el caso como tentativa de homicidio y tiene identificados a los presuntos responsables, pero eso no es suficiente. Queremos justicia, Sí, pero también exigimos un cambio de fondo: educación emocional, atención a la salud mental y cero tolerancia a quienes usan el amor como excusa para controlar, humillar o agredir.
¡Ya estamos hartos!
Hartos de que conflictos sentimentales terminen en tragedia. Hartos de que las instituciones reaccionen solo después del horror. Hartos de vivir en una cultura que minimiza los celos y el acoso hasta que alguien acaba hospitalizado, marcado de por vida o en un cajón.
¡Ya estamos hartos!